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LEVANTE 0 - BARCELONA 2

El Barça sufre, pero no cede

Supera al Levante, colista, con poco brillo y algo de suerte: Navarro hizo el 0-1 en el 21' en propia puerta y Morales estrelló luego un balón en el palo. Suárez sentenció en el último minuto.

El Barça sufre, pero no cede
Juan Carlos CárdenasEFE

Después de la exhibición del miércoles pasado ante el Valencia, se tomó el Barcelona una mañana peligrosa en Orriols, donde se impuso por 0-2 sufriendo más de la cuenta ante un Levante que puso a los de Luis Enrique en más problemas de los que señala un resultado muy engañoso.

Regresó el Barcelona a la cara que ofreció en Málaga, donde el resultado fue inmensamente mejor que el juego desplegado. Da la sensación de que la acumulación de partidos le pesan más al Barcelona en el aspecto psicológico que en el físico. El equipo anda muy bien de piernas como demuestra el hecho que acabe los partidos siempre mejor que su rival, pero se perciben unas desconexiones en el equipo que, de momento no afectan al resultado pero que hacen que el equipo se mueva en un margen de riesgo considerable. A favor de los barcelonistas hay que destacar que siempre que se les ha exigido, han respondido como campeones y que en los partidos de entreguerra les basta con esfuerzos puntuales.

Quiso salir el Barça en Orriols intimidando para así cerrar el partido por la vía rápida, pero no le salió el plan. Primero porque el colegiado le anuló un gol legal a Messi a los dos minutos y luego porque el Levante tuvo la suficiente cintura como para recomponerse y sacarse de encima el dominio inicial de un Barça que parecía que iba a pasar por el campo del colista con solvencia.

Ni el gol en propia puerta con el culo de David Navarro a los 21 minutos desmoralizó a los locales. Al contrario, ese gol fruto de una jugada de mala fortuna llevó al Barcelona a una siesta muy peligrosa y dio alas a un Levante que acogotó al equipo barcelonista, que acabó pidiendo la hora en el primer tiempo.

Morales se convirtió en una pesadilla para un Alves nefasto, mientras que Verza y Lerma se imponían en el centro del campo al tiempo que Deyverson y Rossi eran una pesadilla para los defensas bacelonistas. Mereció en ese periodo de tiempo el empate el Levante, que llegó a disparar al poste en una jugada clarísima de Morales.

En la segunda parte, el partido duró lo que le duraron las piernas a los del Levante, así como lo que tardó Luis Enrique en dar entrada en el campo a Sergio Busquets, que se había quedado en el banquillo en busca de un más que merecido descanso, pues el de Badia había encadenado 17 titularidades en los últimos 20 partidos. Pero se ve que sin Busquets, el Barcelona no encuentra su piedra angular y también ante el colista tuvo que echar mano el técnico asturiano del jugador que mejor lee el fútbol en el mundo.

Fue salir Busquets y el partido se aletargó. El Levante dejó de tener tan clara la salida al contragolpe y las posesiones del Barcelona se volvieron más largas. Seguía el Barcelona sin agobiar a los locales, pero al menos, llevó el encuentro a un escenario en el que no pasaba nada.

El Levante se fue agotando mientras que el Barcelona se comenzó a sentir cómodo sobre el terreno de juego a la espera de una contra que pudiera decidir el partido. Con la paciencia del cazador que sabe que antes o después tendrá la pieza a tiro, el Barça esperó el momento (el minuto 90) para lanzar el contragolpe que supuso la puntilla al partido y en el que Luis Suárez demostró que siempre tiene la escopeta preparada. El Barça regresó a Barcelona con el liderato a buen recaudo.