Enero: de la felicidad de 2015 al actual conato de pánico
Hace un año, el Espanyol se coronó en un mes en el que sumó cuatro victorias y eliminó a Valencia y Sevilla de la Copa. Esta vez no ha ganado y asoma el descenso.
El terror que invade a los pericos, tras un enero que más que una cuesta se ha asemejado a un Everest, es directamente proporcional al calendario que ha tenido que sufrir el Espanyol en el último mes: tres partidos contra el Barcelona, uno frente al Real Madrid y otro ante el Villarreal (cuarto, a tres puntos de los blancos). La situación es alarmante por la cercanía del descenso y descorazonadora si se la compara con el estado de felicidad que experimentaban los pericos hace ahora un año.
Entonces, enero fue un mes precioso. No redondo (pues ganaron tantos partidos, cuatro, como los que perdieron), pero sí alentador: “El Espanyol sublimó en Sevilla un enero estelar de equipo grande”, subtitulaba AS. Apearon nada menos que a Valencia y Sevilla de la Copa del Rey, en sendas hazañas, y encadenaban cuatro victorias. Todas ellas en Cornellà-El Prat. Precisamente esas han sido las claves de este dramático enero de 2016. Por un lado, los derbis convirtieron la Copa en un estorbo y en un desgaste físico y psicológico que pudo mermar al equipo, por ejemplo, ante Eibar y Getafe. Por otro, no se ha podido aprovechar el factor Cornellà: en casa solo han jugado ante Barça (arrancando, eso sí, un meritorio 0-0 el pasado día 2 y cayendo en Copa) y contra el Submarino (con un agridulce 2-2 en el que el conjunto sí rindió al nivel esperado). El resto de partidos han sido a domicilio.
Pero no todo es culpa de factores externos. El Espanyol de Constantin Galca no ha mejorado en el mes en que debía dar un salto cualitativo (es más, en el Bernabéu mostró carencias que no tenía en los inicios del entrenador, como los espacios entre líneas) y no ha movido el fondo de armario más que cuando estaba obligado por las bajas, algo que se le debe reconocer a Sergio González como mérito en la Copa del curso pasado: todos tuvieron minutos y muchos se reivindicaron, y eso que no llegaron fichajes aquella vez. Tampoco recurre el rumano a la cantera, ni siquiera cuando son seis las ausencias.
Febrero será diferente, comenzando por el hecho de que no habrá como en 2015 una semifinal copera pero sí una final en Liga: el próximo lunes ante la Real Sociedad.