Ricardo Zamora debutó hace un siglo contra el Real Madrid
Tenía sólo 15 años y se midió con el Español a Bernabéu. La historia de aquel estreno es digna de la época, de aquel fútbol que tenía de romántico todo.
Fue la primera gran figura del fútbol de nuestro país y hoy probablemente le discutiría las portadas a Cristiano y Messi. Militó en Español (se llamó así hasta 1995, cuando adopta la denominación de Espanyol), Madrid y Barcelona. Este año se cumple un siglo del debut de Ricardo Zamora, concretamente el 22 de abril. Fue en 1916, en un Madrid-Español en el madrileño campo de la calle O’Donnell. De hecho, ambos conjuntos disputaron dos amistosos en días consecutivos: el primero acabó 1-1 y el segundo fue para los pericos, 0-2 con tantos de González y Vergés. Santiago Bernabéu jugó en ambos compromisos.
La historia de aquel estreno es digna de la época, de aquel fútbol que tenía de romántico todo lo que no gozaba de profesional. El portero del Español era Pere Gibert ‘el Grapas’, pero se negó a viajar porque prefería atender sus negocios en Barcelona. Así que el club recurrió al guardameta del Universitari, tan joven que solo tenía 15 años, por lo que su familia no veía con buenos ojos que se rodeara de tanto futbolista adulto lejos de la Ciudad Condal. Les tuvo que convencer el entonces tesorero perico, Josep Maria Tallada, a cambio de comprometerse a supervisarlo en cada momento como si fuera su tutor. Y así fue como la plantilla del Español viajó a Madrid, en tren y en tercera categoría, con un Zamora al que le obligaron a vestir pantalones largos para que no se advirtiera tanto su corta edad. “Como la excursión se había improvisado tan deprisa, tuve que ponerme los de la primera comunión, que eran los únicos que tenía”, explicaría mucho tiempo después en el libro Recuerdos de mi vida, diez años defendiendo la meta española. El equipo se alojó en una pensión de la calle Carretas, y Zamora tuvo que pedirle a un compañero, Armet, que durmiera con él porque tenía miedo a hacerlo solo.
Brilló en su debut y se adueñó de la portería del Español hasta 1919, y de nuevo de 1922 a 1929, conquistando la Copa de España, hasta que en 1930, el Madrid lo compró por 150.000 pesetas, una fortuna. Se convirtió en el Divino, en el meta de España en Amberes 20 y en el dueño de la cita: “Solo hay dos porteros, San Pedro en el cielo y Zamora en la Tierra”.