Carvajal y James para no molestar al Santiago Bernabéu

Chen Yansheng es el chino número 254 de la lista Forbes, puesto que, dada la demografía del país, le colocaría en zona Champions en la Liga de los magnates. Su fortuna supera los 1.000 millones de euros. El Espanyol, en cambio, comenzó la jornada decimotercero en la Liga que realmente nos ocupa aquí, sólo cuatro puntos por encima de la línea roja del descenso. El negocio, pues, es que la fortuna del uno, construida con la fabricación de coches de control remoto (26 licencias de grandes marcas posee), sea permeable al otro. Pero trasvases así, en el fútbol, llevan tiempo y no se lo dará el Madrid.

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El Espanyol que jugará hoy en el Bernabéu será poco reconocible. Las bajas, seis, se ceban especialmente en el ataque. Caicedo, primera gran obra de Chen (ha comprado el 100% de sus derechos y ha subido su cláusula a 35 millones), está lesionado. Gerard Moreno, sancionado, Y Asensio y Burgui, secuestrados por la cláusula del miedo. Queda Hernán Pérez y los mandamientos de Galca, que se resumen en dos: organización e ilusión. De lo uno y de lo otro no anda sobrado el equipo, que pasa por ser el peor de las últimas cinco jornadas, que suma dos empates y cinco derrotas en los últimos siete partidos y que no ha encadenado dos victorias seguidas en lo que va de curso. Regresa Víctor Sánchez y debutará Óscar Duarte antes incluso de conocer las Ramblas.

El Madrid, por su pare, pierde a Pepe, que lo ha jugado todo desde el desastre del Clásico, y recupera a Sergio Ramos, al que las lesiones sólo le han permitido actuar en la mitad de los encuentros del curso y con un aire muy nublado. Se espera también que Zidane se entregue definitivamente a Carvajal, hasta ahora decimoquinto jugador de la plantilla y que resulta incomparable con Danilo. Ni en precio ni eficiencia. No conviene incomodar al estadio por esa banda y sí insistir en James e Isco, que se han cruzado en la puerta giratoria de la titularidad en demasiadas ocasiones. Eso limita las opciones de Jesé, que también es futbolista del gusto del público y que facilita esa ofensiva con tres puntas que dejó huérfana Bale. Zidane, en cualquier caso, ha puesto tres ratos al canario, en claro mensaje de que está mucho más cerca del once que con Benítez (que no le alineó en sus últimos tres partidos).

Y todo acabará en Benzema, que ha marcado en todos los partidos de 2016, y Cristiano Ronaldo, cuyo problema, según Zidane, era laboral y no emocional. El gol aún corre por sus venas vino a decir. Si es así, hoy es su día.