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ESPANYOL

Galca todavía no ha logrado estampar su sello en el equipo

El entrenador encadena cuatro derrotas y su ilusionante efecto se diluye. Por fin cuenta con una semana limpia para implantarlo, antes de Villarreal y Real Madrid.

Caras largas de los jugadores del Espanyol en el entrenamiento de este lunes.
CARLOS MIRADIARIO AS

Superado su primer mes en el banquillo, el efecto que la llegada de Constantin Galca imprimió en la plantilla y la afición parece diluirse a marchas forzadas. Suma el Espanyol cuatro derrotas consecutivas —entre la Liga y la Copa del Rey, contando que dos fueron ante el Barcelona— y hereda también otra racha terrible: las siete salidas seguidas perdiendo que encadenan los pericos en Primera, un récord negativo que no alcanzaba desde hacía seis temporadas.

Pero lo peores son las sensaciones. Es evidente que el equipo rinde a domicilio muy lejos de las prestaciones que exhibe en Cornellà, la famosa “intensidad”, como también lo es que el engranaje no acaba de funcionar. Desde su aterrizaje, el técnico rumano apostó fuerte por implantar sus ideas en la plantilla actual: defensa avanzada, presión alta y juego combinativo en el ataque. Pero, salvo excepciones, el sello no está acabando de estamparse en el imaginario de los jugadores. Tras unos primeros partidos de grandes expectativas —incluso ante el Barcelona, en el 0-0 de Liga y la primera mitad del Camp Nou— el entramado defensivo vuelve a generar las mismas dudas de antaño. Y el ataque no fluye como el entrenador quisiera, hasta el punto de que en Getafe no llegaron a disputar un solo minuto Gerard Moreno ni Jorge Franco, ‘Burgui’, mientras que sí lo hizo uno de los descartados, Paco Montañés.

Las estadísticas, que en ocasiones lo explican todo, no pueden ser esta vez más ‘mentirosas’: el Espanyol tuvo el domingo un 59 por ciento de posesión, remató seis veces a puerta, seis fuera y una al palo, y contó con más recuperaciones (45) y menos pérdidas (54) que los azulones. Y, sin embargo, mereció la derrota. Ahora, a la espera de que se recomponga la plantilla con altas y bajas, Galca al fin contará con una semana limpia, sin partidos entre semana o vacaciones navideñas, la primera desde que asumió el cargo. Y será el momento de inculcar esos conceptos que fallan, de que imprima su sello. Antes de que Villarreal y Real Madrid agudicen el desasosiego.