El gran enero perico de 2015 comenzó tras caer ante el Eibar
Entonces, como ahora, cayeron por 2-1 pero en Cornellà. Y fue un punto de inflexión, para apear a Valencia y Sevilla de la Copa, y para sumar cuatro victorias consecutivas.
La derrota del Espanyol ante el Eibar enciende las alarmas de los más pesimistas y aplaca los ánimos de quienes veían clara la progresión del equipo desde que llegó Constantin Galca. Pero, sobre todo, deja a los pericos con 21 puntos al cierre de la primera vuelta. Una situación agridulce, tras semanas de pasión. Curiosamente, el resultado y el escenario no difieren mucho de lo ocurrido hace justo un año, con Sergio González en el banquillo: ante el Eibar empezó todo.
Entonces los armeros, que eran un recién ascendido, visitaban Cornellà para abrir 2015, el 4 de enero. Llegaba el Espanyol en la mitad de la tabla con 20 puntos, pero ante todo pronóstico sucumbió ante el rival azulgrana (1-2), lo que propició bastante incertidumbre. Y, sin embargo, el tiempo demostró que la derrota supuso un punto de inflexión para que el conjunto perico iniciase su mejor fase de toda la temporada. En la semana siguiente, a los de Sergio aún les quedaba por sumar otras dos derrotas —en la Copa ante el Valencia (2-1) y de nuevo en la Liga, frente al Real Madrid (3-0)—, pero el juego ya había mejorado. Y esa madurez, esa ambición, se demostró en los cuatro encuentros siguientes: una racha de victorias consecutivas que hicieron tocar el cielo al Espanyol.
La primera fue nada menos que con el Valencia como víctima, en el inesperado 2-0 de la vuelta de octavos de la Copa. La siguieron los tres puntos ante el Celta (1-0), cinco días antes del apoteósico 3-1 copero contra el Sevilla, acaso el mejor encuentro de la era Sergio. Esa semana, a los pericos aún les quedaría tiempo para golear, de nuevo en casa, al Almería (3-0). Y acabaron el mes con un 1-0 en el Sánchez Pizjuán que les valió el pase a semifinales de la Copa. Enderezar el rumbo, al menos en la Liga, es preciso.