Karpin: "Me sorprendió más lo de Neville que Zidane"
Jugó en la Real cinco temporadas y un año en el Valencia. Hoy es entrenador del Torpedo de Armavir. Karpin habla con AS del pasado, de Neville y de sus 15 fichajes.
—Usted ahora entrena al Torpedo de Armavir, de la Segunda rusa, ¿a cuántos futbolistas me ha dicho antes que han dado de baja en este mercado de invierno?
—A 15. Hacía falta.
—Por lo que veo se está haciendo una plantilla nueva
—En verano todo fue rápido. Dos días antes de empezar la liga solo había dos futbolistas. Ni nosotros estábamos aún. Tuvimos que hacerla con lo que había. Ahora empezaremos en serio. El proyecto lo es. En tres años quedemos estar en Primera. Se ha empezado a construir una Ciudad Deportiva, un estadio... hay dinero.
—¿Lo que más tiene el fútbol ruso es dinero?
—Hombre. Lo del Mundial 2018 está ayudando. Al fútbol ruso le faltaban infraestructuras y se están construyendo. Ahora ahora que Europa está en crisis, en Rusia se está metiendo más dinero en el fútbol. Hay seis o siete equipos en Rusia de nivel económico como los top de Europa. El problema aquí es el límite de extranjeros.
—¿Por qué?
—Se obliga a que en el campo haya mínimo cinco futbolistas rusos y eso hace que unos y otros (extranjeros) estén sobrevalorados. Por tener pasaporte ruso y ser más o menos bueno uno ya casi vale un millón de euros. Y claro, el extranjero que viene quiere cobrar eso o más. Y no todos son como Hulk, que sabe que lo que cobra aquí no lo cobraría en ningún otro sitio pero al menos sube el nivel de la liga.
—¿Por ello apenas hay rusos jugando en Europa?
—¿Para qué te vas a ir a Europa cobrando 500.000 euros cuando aquí vas a cobrar dos millones o más? Ese es el problema del fútbol ruso. Todo se infla. Es como una burbuja inmobiliaria.
—Sin embargo usted sí quiere volver a España, ¿no?
—A medio plazo sí, claro. Sé que volveré. Pero ahora tengo el reto de sacar esto adelante.
—¿Qué hay del Karpin futbolista en el Karpin entrenador?
—Las ganas de ganar.
—¿Solo?
—Si te digo la verdad, la vida del entrenador y la del futbolista no tiene mucho en común. Cuando eres jugador no eres consciente del trabajo que hay detrás.
—¿Y era consciente cuando era director general como lo era usted antes de entrenar al Spartak de Moscú?
—Sinceramente, tampoco eres consciente. El del entrenador es el puesto en el que más se piensa y en diferentes cosas en el fútbol (se estrenó como técnico tras la destitución de Michael Laudrup y repitió trasvase de director general al banquillo tras el adiós de Emery).
—¿De qué entrenador aprendió de los que usted tuvo?
—Te digo lo que te dirán todos: de cada uno un poco. En mi caso añadiría que en lo que más pienso es en lo malo. En lo que no debo hacer. Me fijo en la relación técnico-jugador. La de Aragonés era totalmente diferente a la de Valdano, por ejemplo. Los métodos de trabajo han cambiado tanto que ya no sirve aquello.
—¿Tanto ha cambiado el fútbol?
—Yo me retiré en 2005. Desde que empecé en 1986 puedo decirte que solo hice trabajo táctico con Raynald Denoueix en mi última etapa en la Real Sociedad. Con ningún otro técnico.
—¿Con qué etapa de jugador se queda?
—Hombre, la Real fue el primer club español que apostó por mí. Además en 2002 logramos ser subcampeones, aunque luego no logramos mantenernos a ese nivel. En Valencia estuve poco pero hice grandes amigos. Quizás la mejor etapa futbolística fue la de Vigo, aunque fue donde menos jugué. Hicimos de un equipo llamado ascensor un equipo que peleaba por Europa.
—¿Por qué solo un año en Valencia?
—Eso habrá que preguntárselo a los que mandaban. Fue una temporada complicada. Que te voy a contar yo del Valencia. Aquel año hubo... bueno, lo de siempre, no había tranquilidad en la directiva. Estaba Paco Roig y Luis Aragonés. Había quedado segundo el año anterior, pero la gente exigía ser primero... parece ser que no había sintonía entre ellos y Luis se marchó. Llegó Valdano... Fue una temporada difícil, aunque en verdad es lo mismo de siempre en Valencia. No hay tres años de paz seguidos en ese club. A ver si en esta nueva etapa tienen suerte.
—¿Qué le parece el fichaje de Gary Neville?
—Me llamó la atención, la verdad. Me sorprendió. Pero digo yo que los dueños del club tendrían buenos informes de él. Desde luego es pronto para valorarle. Hasta dentro dos o tres meses no sería justo analizar su labor. Hasta que no lleve más tiempo el equipo no jugará a lo que él quiere.
—¿Qué opinión tiene al respecto de que banquillos como los del Valencia o el del Real Madrid ahora con Zidane se les haya dado a debutantes?
—Bueno. Todo entrenador tiene un primer día. Es cierto que son dos banquillos cotizados y con su idiosincracia. Me sorprende un poco más lo de Neville. Zidane es también un debutante pero, al menos, como en su día Guardiola, trabajaba en el club. Además la salida de Rafa Benítez era algo que se veía que podía pasar desde el 0-4 del Barcelona. ¿Por qué? Por la presión de ese club. Por muchos títulos que gane el Barcelona, la presión en el Real Madrid siempre será mayor.
—La última, por curiosidad, si han echado a 15 futbolistas, ¿a cuántos han fichado?
—A día de hoy, cuatro. Habrá más, seguro.