Deyverson desequilibra la batalla en los infiernos
Un gol de Deyverson y otro de Morales permiten al Levante aferrarse a la permanencia. El gol de Pablo Hernández recortó distancias pero fue insuficiente.
Partido en los infiernos que se llevó un Levante que coge algo de aire para la segunda vuelta. ‘Sí se puede’ cantaba el Ciutat de València que permaneció acongojado hasta el final después de que Pablo Hernández recortara distancias cuando parecía sentenciado el asunto. Los puntos se quedan en Orriols y Levante y Rayo tendrán que seguir peleando casi de la mano para salir de la zona peligrosa que te manda directo a Segunda División.
Todos los focos apuntaban a Mauricio Cuero, reciente fichaje levantinista que debutaba de inicio con la presión de ser el más caro de la historia granota. Ambos equipos se respetaron en demasía durante el primer acto. No se vio a los porteros, de hecho. Trataba de controlar el balón el Rayo pero tampoco con el alto porcentaje de posesión que acostumbra. Melero López dejaba jugar quizá más de la cuenta. Los de Rubi desesperaban a su hinchada demasiado temerosos, conviertiendo jugadas en el área rival volviendo el balón para atrás y para atrás hasta acabar en Mariño. Sobra decir que la primera y única ocasión clara llegó a los 40 minutos cuando Cuero se atrevió a encarar y su pase lo remató Ghilas pero al lateral de la red.
Todo cambió con la entrada de Deyverson. El Levante fue otro y obligó al Rayo a terminar desmoronándose. Primero falló solo un mano a mano, pero a la segunda no falló. En una jugada polémica, cuando el Rayo esperaba que los granotas echaran el balón fuera, la fe de Toño llegó a línea de fondo y su centro lo remató el brasileño de volea a la red. Le tocaba al Levante, esta vez, defender un resultado y a la contra mató el partido con una galopada de Morales. Pero el tanto de Pablo puso emoción hasta el final aunque los granotas se defendieron para poder dejar tres puntos vitales en su casillero.