Peñaranda y Success son los 'golden boys' de Quique Pina
Sandoval ha encontrado en ellos el revulsivo que buscaba. Media Europa sigue sus pasos. Los dos tienen 20 millones de euros de cláusula de rescisión.
Los niños de Enrique Pina están dando la vuelta al mundo del fútbol. Las miradas de la Europa futbolística están observando con interés la irrupción en un extremo del escenario de dos jóvenes talentos que visten la camiseta del Granada y que llevan el sello de la factoría Pina, la misma que ya arrojó al mercado en muy poco tiempo otros ‘best seller’ de la talla de Siqueira, Brahimi o Murillo. Adalberto Peñaranda e Isaac Success son los nuevos ‘golden boys’ del Granada, una nueva demostración de que en fútbol no todo está inventado, de que la apuesta por la juventud de casi todos los clubes sólo puede culminar en algo grande si llegan oportunidades en el primer equipo. Pina lo ve claro y el director deportivo Juan Carlos Cordero escoge y dirige.
Peñaranda y Success tienen mucho en común. Lo primero que les une es la juventud: el venezolano tiene 18 años y el segundo cumple 20 el próximo jueves. Ambos también crecieron en entornos humildes: Success, en Benin City (Nigeria); Peñaranda, en El Vigía (Mérida, Venezuela). Los dos pertenecen al Granada hasta 2020 y 2019, respectivamente, y los dos tienen 20 millones de euros de cláusula de rescisión. Son dos ejemplos más de que un club puede ser sostenible (es la aspiración de Cordero) y hasta ser un negocio rentable, tal y como marca Udinese. Es la nave nodriza de este entramado que dirige la familia Pozzo, del que forman parte el propio club friuli y el Watford de la Premier. Por Peñaranda el desembolso a El Vigía venezolano fue de 120.000 euros y por Success, 400.000 a la Academia BJ Foundation, un equipo de barrio donde su hermano era el entrenador. Y la plusvalía, millonaria.
El día después de la victoria ante el Sevilla fueron a entrenarse a la Ciudad Deportiva como si tal cosa, convencidos de que en la humildad y el trabajo diario se esconde la llave para alcanzar sus sueños de fútbol. Sueños que, ahí sí, tienen colores diferentes y les sitúan cara a cara en el cetro mundial del fútbol: Peñaranda sueña con jugar en el Barcelona y su ídolo de ahora es Neymar (antes lo fue Ronaldinho) y Success anhela vestir la camiseta del Real Madrid y su espejo es Etoo. Igual un día se ven las caras en un Clásico.
En 2013 Peñaranda probó con el cadete del Real Madrid. Casi se queda. Se fue impresionado con Zidane. Success sueña con crecer.