Julio Baptista se entrena en las instalaciones de la Ponferradina
El exjugador del Madrid, Sevilla y Máklaga, entre otros, quiere ponerse en forma para poder fichar en el mercado invernal. Su mujer es del Bierzo.
El futbolista internacional brasileño Julio Baptista, de 34 años, ha pedido y obtenido permiso para entrenar en las instalaciones de la Ponferradina, al margen del equipo, con el fin de afinar una preparación física que le permita encontrar equipo durante el mercado invernal.
Tras su última etapa en el Cruzeiro de Brasil, Baptista ha elegido para su puesta a punto la ciudad de Ponferrada, cerca del lugar de origen de su esposa, la población de Cubillos del Sil.
Se formó como jugador en el Sao Paulo de Brasil y comenzó su periplo europeo en el Sevilla, con el que se consagró como un consumado goleador que le valió su fichaje por el Real Madrid en 2007. Posteriormente ha jugado con la Roma y el Málaga, otra vez en España, antes de retornar a su país para jugar en las filas del Cruzeiro, donde ha permanecido esta temporada.
Es la primera ocasión en la que Julio Baptista ha solicitado a la Ponferradina la posibilidad de utilizar sus instalaciones, sin que el club se haya planteado la opción de que pueda entrenar con el equipo, ni tampoco su posible incorporación en el mercado invernal.
La vuelta de Andy.
Por otro lado, La vuelta a los terrenos de juego de Andy está cada vez más próxima. Tras romperse el menisco en el calentamiento del partido ante el Almería y pasar por el quirófano el pasado 20 de noviembre, la recuperación del centrocampista de la Deportiva ha ido de la mejor manera y el futbolista confía en reincorporarse a la rutina del grupo a lo largo de esta semana.
“Estoy contento, porque después de la semana de vacaciones, en la que estuve trabajando, el lunes ya toqué balón y espero volver con el grupo esta semana. No sabría poner una fecha, vamos a ver cómo reacciona la rodilla en los ejercicios con balón. El momento de volver dependerá de las sensaciones que vaya teniendo a medida que empecemos a hacer un trabajo más exigente. Al principio incluso adelantamos etapas a la hora de quitar las muletas, y ahora estamos cumpliendo los plazos previstos. De todos modos, no tengo prisa. Prefiero ser prudente y asegurar que arriesgarme a tener una recaída”.