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ESPANYOL

Hernán Pérez: "De niño no tenía nada, pero con nada era feliz"

El futbolista habla de su "pobre" infancia, de sus inicios con el balón y del cambio que ha dado el equipo con la llegada del nuevo entrenador.

Hernán Pérez.
CARLOS MIRADIARIO AS

¿Qué tal estos meses en el Espanyol?

—Desde que llegué me sentí como en casa porque la gente me ayudó a que así fuera. Tanto los capitanes como el resto de jugadores me trataron como uno más desde el primer día llegué aquí.

—¿De pequeño soñaba con que algún día jugaría en un equipo de Primera División en Europa?

—La verdad, siempre estuve muy seguro de que iba a ser futbolista. Desde que tuve conciencia le decía a mi madre que algún día iba a ser un buen jugador. 

—¿Le creían?

—Al principio mi madre no me tomaba en serio porque era un niño. Pero si tienes un sueño y vas a por ello, siempre lo consigues. 

—Y usted lo ha conseguido pese a que los inicios fueron complicados...

—En Paraguay fue sin duda lo más difícil. Salir de la pobreza y meterte en el fútbol conlleva muchos sacrificios y muchos gastos. Necesitaba comprar botines, dinero para los pasajes... me ayudó mucha gente. Gracias a ellos, estoy aquí.

—¿Quién le ayudó?

—Mi familia, mi mujer, no quiero nombrar más para no dejarme a nadie. En Cristóbal Colón me ayudaron mucho. Me aportaron mucho.

—¿Cuando uno tiene fama y dinero como mira esa infancia pobre?

—Si pudiera volver a repetir mi infancia la repetiría, para mí no fue traumática. No teníamos nada, no teníamos juguetes, pero con nada éramos felices.

—¿Le ha ayudado a manejar mejor su vida?

—Sí, creo que la infancia que tuve me ha ayudado como persona, me ha hecho ser quien soy ahora. Si tienes la mente puesta en lo que hay que hacer y eres consciente de todo lo que conlleva ser futbolista, la humildad es básica.

—¿Llegar a Europa es el mejor recuerdo de su carrera?

—No, probablemente el mejor momento fue con la selección Sub-20. Quedamos segundos en la clasificatoria. Fueron unos momentos increíbles jugando para mi país con buenos compañeros.

—Pero sin duda fue importante el salto a Europa...

—Si, por supuesto, en ese momento pensé que uno de mis sueños, que era jugar fuera de Paraguay se había cumplid, luego trabajé para cumplir otro sueño, que era jugar en Primera.

—¿Le quedará algún sueño por cumplir supongo?

—Cuando era niño mi sueño era jugar en la Premier, es una Liga que siempre me gustó. Me gustaría poder lograrlo algún día.

—Pero de momento está usted en el Espanyol...

—Y muy contento. He conectado con la afición y es algo que me alegra mucho. Me da mucha confianza en mí mismo porque veo que la grada confía en mí. Siento que puedo aportar al equipo. 

—¿Como vivió el cambio de técnico?

—Cuando hay un cambio brusco, de un día para otro, es complicado asumirlo. Uno se va el mismo día que llega el otro, y entonces no sabes si estar triste o alegre. Es una situación rara. Te lo tienes que tomar de la mejor manera, cambiar el chip. Seguir aportando lo mismo y quizás hasta un poco más. 

—¿El equipo ha cambiado el chip?

—Sí. Estos últimos partidos vi al equipo más motivado, corrió más, salió a apretar arriba... Ha habido un cambio y la gente lo va notando. 

—Y apuesta por el fútbol ofensivo alineando a Asensio, Gerard y Caicedo.

 —Siempre es positivo que un entrenador apueste por poner a Marco, Gerard y Caicedo juntos. Marco sabe tener siempre el balón, Gerard tiene una técnica increíble y Caicedo es la potencia, la definición arriba. Siempre es positivo que estén estos jugadores en un equipo. 

—¿Con cuál de sus compañeros se lleva mejor?

—Soy de los que hablan con todos, me llevo bien con todo el mundo. En todos los equipo que he estado he hecho lo mismo. Pero estoy un poco más cerca de Burgui. Hay una pequeña unión, trato de aconsejarle porque él es joven. Trato de darle consejos y ayudarle.