El arquitecto Mark Fenwick rediseña otra vez Mestalla
Layhoon Chan ha dejado claro que Meriton Holdings terminará el estadio. El objetivo es que esté acabado entre 2019 y 2020. Del proyecto inicial sólo mantendrá la estructura.
No vamos a construir un estadio que sólo sea vistoso para los ojos. Queremos construir un estadio que nos ayude a ganar”. La frase es de Layhoon Chan. La presidenta del Valencia lleva en primera persona todo lo concerniente al futuro Mestalla, un estadio cuyo proyecto inicial se presentó en 2006, cuya obra se paralizó en 2009 y que seis años después está siendo rediseñado por tercera vez por el arquitecto Mark Fenwick.
Layhoon Chan ha dejado claro por activa y por pasiva que Meriton Holdings terminará el nuevo estadio. El objetivo es que esté acabado entre 2019 y 2020. Pero los plazos no le quitan el sueño a Layhoon Chan. “Queremos una casa para cien años”, comentó en la última Junta de Accionistas. Los cálculos del estudio de arquitectura de Mark Fenwick es que la obra requiere de 18 meses para su finalización y un coste de alrededor de cien millones de euros, que habrá que sumar a los 140 millones ya invertidos entre compra de terrenos y estructura de hormigón.
Precisamente la estructura es casi lo único que perdurará del diseño inicial. Y ahí radica la complejidad del asunto. El nuevo estadio se ideó en forma de bol, con pista de atletismo y con capacidad para 75.000 espectadores. Pero esa no es la casa que quiere Meriton para el Valencia. “Es inútil vivir en un palacio que uno sienta como su hogar”, comenta una presidenta que cada vez que habla del diseño gesticula con las manos transformando ese bol en un recinto más cerrado y vertical, como lo es el actual estadio de Mestalla.
Mark Fenwick ha presentado ya diferentes borradores que Layhoon Chan y su equipo de trabajo están estudiando. En 2016 se elegirá el diseño final y a partir de entonces se marcarán fechas en el calendario. Además se mantienen negociaciones con dos empresas para la explotación comercial. Desde un principio se descartó derribar lo construido y empezar de cero. Pero el rediseño anulará la pista de atletismo; se pegarán las primeras filas de grada al césped y se reducirá el aforo a 60.000.