Baptistao vs. N'Diaye y Pabón: las prisas son malas en enero
El brasileño llegó antes y rindió peor. El senegalés y el colombiano arribaron a Heliópolis el último día de mercado. Adán, casi: fue inscrito un 27.
¿Por qué esperar a febrero, casi, cuando se pueden tener los fichajes ya prácticamente en la vuelta de vacaciones, el 1 de enero?, se preguntan un año sí y otro después los aficionados del Betis. Ése es otro de los grandes retos del director deportivo Eduardo Macià, que lleva semanas intentando cerrar uno o dos fichajes. La realidad es que en las últimas cinco temporadas el Betis nunca ha tenido un refuerzo de enero antes del 10 de ese mes.
Y quizá no haya sido tan malo. En realidad, las dos incorporaciones más tempraneras desde entonces, Leo Baptistao (11-01-14) y Guillermo Molins (13-01-14) han sido precisamente las que peor han funcionado en Heliópolis. La cesión del delantero hispano-brasileño costó más de dos millones entre sueldo y comisiones, y sólo logró dos goles de camino al último Segundazo. Y el extremo sueco, que llegaba recuperándose aún de una lesión, apenas jugó.
Y sí, puede ser casualidad que los dos fichajes invernales que llegaron antes hayan sido también los que menos han dado en el campo. Pero la coincidencia viene potenciada por el hecho de que los que más tarde ficharon, casi con el cierre del mercado, hayan sido también los de mejor rendimiento. Pabón, ocho goles y parte de una clasificación europea, o N’Diaye aterrizaron un último día de mercado. El ahora imprescindible Antonio Adán, casi: un 27 de enero.