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BARCELONA

A Ter Stegen no le gustó ser suplente de Claudio Bravo

Se fue del campo mucho antes incluso que algunos jugadores de River, no dio la vuelta de honor al Yokohama Stadium y se le vio poco eufórico en la celebración del título.

El meta fue poco expresivo durante la celebración.
El meta fue poco expresivo durante la celebración.

El Barça ganó la Champions en Berlín y eso le dio el billete para disputar el Mundial de Clubes en Japón. En Alemania, el equipo venció con Ter Stegen defendiendo la portería azulgrana, cosa que le llevó a imaginar que debía tener derecho a disputar el último título oficial de 2015. No fue así. Luis Enrique alineó a Claudio Bravo en la semifinal frente al Guangzhou (0-3) y en la final contra River (0-3), situación que no fue del agrado del internacional alemán. Tras conquistar el título, Ter Stegen, muy disgustado, se fue del campo mucho antes incluso que algunos jugadores de River, no dio la vuelta de honor al Yokohama Stadium y se le vio poco eufórico en la celebración del título.

Ya en el hotel, el portero se mostró distante durante la cena. En el avión de regreso a Barcelona, según pudo saber AS, Dani Alves estuvo pendiente de él intentando levantarle el ánimo. Cabe recordar que Ter Stegen siempre señaló que no “se conformaba con jugar sólo la Champions y la Copa”, sino que quería “ser el portero titular en todas las competiciones”. Incluso adelantó su vuelta a los entrenamientos durante las vacaciones de verano para poder entrenarse antes que sus compañeros y poder tener así un sitio en el equipo titular, aprovechando que Bravo no había llegado de la Copa América.

Ter Stegen vivió un inicio algo irregular en el que el Barça encajó más goles de lo esperado (cuatro goles en Bilbao, en la Supercopa). Dispuso de minutos en Liga, tras conocerse la lesión de Bravo en el sóleo de la pierna izquierda, pero no pudo destacar. Poco a poco, ya con el chileno recuperado, el alemán fue cogiendo sensaciones en Champions, hasta llegar al buen nivel actual. Prueba de ello fue la exhibición que dio en Leverkusen (1-1), donde fue el mejor azulgrana. El problema del ex del Borussia Mönchengladbach es que Bravo ha demostrado también estar a un nivel altísimo, y eso le complica las opciones de jugar. Luis Enrique tendrá que lidiar con esta situación para evitar tensiones innecesarias en el equipo.