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ESPANYOL

La contracrónica: una semana que borra de golpe el pasado

La otra cara del Espanyol-Las Palmas: es muy curioso esto del fútbol: cuanto más atacas, menos goles te marcan... Dato que rompe mitos.

Actualizado a
La fuerza del grupo.
RODOLFO MOLINA

Qué semana. Constantin Galca ha entrado, como se dice popularmente, con buen pie en el Espanyol. Pocos técnicos se estrenan a mitad de temporada con dos victorias seguidas cambiando radicalmente el estilo que le precedía. Y si no, tiremos de hemeroteca. Javier Aguirre tardó cuatro jornadas en lograr la victoria, a Pochettino le costó siete duelos conseguirlo y no hablemos de Mané, quien duró menos que las míticas diez pilas chinas que costaban 100 pesetas. Tiene valor la racha del rumano, por mucho que Levante y Las Palmas sean los dos colistas de la categoría.

Riego fluido. Nuevos tiempos en Cornellà-El Prat. Antes de empezar, los aspersores regaban al máximo la zona del ataque perico. No se encendieron, eso sí, al final, como ocurre en el Camp Nou. Sería buena señal que se activaran en la Copa, mientras el Espanyol festeja la victoria en el centro del campo. Pero no adelantemos acontecimientos y sueños. Hasta Quique Setién reconoció que su Las Palmas no había estado atinado por los méritos del rival, un buen refuerzo porque el técnico canario no es un recién llegado a este deporte.

Las dos tareas. El Espanyol volvió a dejar claras sus nuevas intenciones. El objetivo del equipo se basa en dos aspectos claros: la presión en campo contrario y la salida de balón progresando desde la defensa. La primera parte de la faena parece que va por el buen camino. Los pericos recuperaron infinidad de balones en campo contrario, Hernán y Asensio trabajaron defensivamente, y los mediocentros tienen un auténtico imán. Ahora bien, el problema llega en la otra parte de la historia. Le falta claridad al equipo al sacar el balón, encontrar superioridades y dar con limpieza el primer pase, el más importante. Trabajo e insistencia. No queda otra. 

Capitán, un premio. Como muestra, un botón. Javi López, algo obstruido en la salida de balón, fue el auténtico artífice del gol de Felipe Caicedo. El lateral recuperó un balón con su fuerza, se desmarcó tras pasársela a Asensio, levantó la cabeza y le dio un balón de oro al ecuatoriano. Un premio al capitán, un futbolista capaz de levantarse de cualquier crisis y de cualquier golpe. Recuerden que este año comenzó de mediocentro titular y cayó defenestrado tras la derrota ante el Real Madrid. El tiempo siempre lo acaba poniendo en su sitio.

Gestión de grupos. Es curioso esto del fútbol: cuanto más atacas, menos goles te hacen. Un dato que rompe mitos sobre dejar la portería a cero como único objetivo del partido. Así lo ve también Galca, quien resaltó esa rocosidad que ha demostrado el equipo en estos dos encuentros. Tras el gol de Caicedo, el técnico felicitó a todos los jugadores del banquillo. Gestionar el grupo y mantenerlo implicado, dos aspectos básicos.

Dulce presente. Se despide Cornellà-El Prat tranquilo por estas dos victorias. Toca celebrarlo en familia y soñar con lo que viene en 2016. Dos victorias que han borrado el pasado de un plumazo. Por lo visto, no fue tan mal momento el del cambio.