Berkessy, el entrenador rumano del Espanyol que no lo era
La historia le concede esa nacionalidad, pero nació en el imperio austrohúngaro y defendió la camiseta magiar. Por tanto, Galca es el primer técnico de Rumanía en el Espanyol.
La historia sirve para iluminar conciencias en la mayoría de ocasiones, pero a veces también aloja pequeñas trampas. Como la que explica, según los datos oficiales, que el Espanyol ya tuvo un entrenador rumano: Elemér Berkessy, quien dirigió al conjunto perico toda la temporada 1957-58.
Sin embargo, Berkessy no era rumano, acaso asimilado. El que también fuera jugador entre otros del Barcelona (entre 1934 y 1936) nació en Nagyvarád el 20 de junio de 1905, cuando la localidad todavía formaba parte del Imperio austrohúngaro. Pero pocos años después, tras la Primera Guerra Mundial, fue absorbido por Rumanía, de ahí la confusión, y pasó a denominarse Oradea. De hecho, a día de hoy se sigue ubicando a solo 12 kilómetros de la frontera con Hungría. Y ese es el país con el que se sentía arraigado Berkessy, quien por si todo esto fuera insuficiente recibió en 1968 un homenaje tanto del Ferencvarós, el club húngaro más emblemático y exitoso, como de la propia federación magiar, en la mismísima Budapest.
Así pues, resuelto el error histórico, ya se puede considerar a Constantin Galca como el primer entrenador rumano en los 115 años del Espanyol. Con su estreno hoy en Primera, serán 12 (al margen de la española) las nacionalidades que han ocupado el banquillo perico en partido de Liga: Uruguay, Argentina, México, Paraguay, Inglaterra, Francia, Eslovaquia, Chile, Bosnia, Serbia y la citada Hungría. Obviamente, sí contó el club con jugadores rumanos, comenzando por el propio Galca y siguiendo por Florin Raducioiu, Catalin Munteanu, Claudiu Raducanu o los más recientes Dinu Moldovan, Alexandru Max (estos dos no llegaron a debutar con el primer equipo) y Gabriel Torje.
Y, ¿cómo le fue a Berkessy en el banquillo perico? Pues, tras relevar en el cargo a Ricardo Zamora, quedó octavo y fue sustituido el curso siguiente por Marcel Domingo. Más tarde se instaló definitivamente en Barcelona y montó un negocio de piezas para coches.