Peñaranda: “Tuve suerte porque pude morir en un tiroteo”
Juan Carlos Cordero, director deportivo del Granada, ya tenía controlado en 2013 a este joven talento. Recibió un disparo tras una noche de fiesta. Se salvó de milagro.
¿Imaginaba el revuelo que iba a formar con su doblete del sábado?
No, bueno (risas)... estoy muy feliz, muy contento por la victoria y por cómo se dieron las cosas. Lo de batir el récord de Messi dio más importacia al hecho, pero no es para tanto.—
Fueron dos golazos. Recuérdelos.
En el primero, la clave fue el control. Cuando me vi en carrera supe que llegaría y que podría marcar. Y en el segundo, desde que recibí estaba pensando en disparar. Me dieron una patada, me fui a suelo, pero yo solo quería buscar el gol.
¿Siempre fue así de fácil marcar?
Siempre marqué goles. Veinte, treinta por temporada, siempre salía máximo goleador, aunque donde más me gusta jugar es en la banda izquierda.
¿Es mejor extremo que delantero?
Creo que sí. Es donde me gusta y donde mejor he jugado. Soy encarador, me gusta el regate y disparar con mi pierna buena.
¿Y qué jugadores le gustan?
Cuando era pequeño mi ídolo era Ronaldinho y ahora me gusta Neymar. Me encantan los jugadores que tienen magia. Me gusta el fútbol de fantasía.
¿También es usted de los que hacen filigranas?
Sí, sí, entiendo así el fútbol. Todavía no ha habido tiempo de mostrar las cosas que me gusta hacer. Por ahora he trabajado duro para ganarme la confianza del entrenador y del club, ya irán saliendo los detalles.
¿Cuál es su sueño como jugador?
Jugar en el Barcelona. Es el equipo al que seguí desde pequeño y donde me gustaría jugar algún día. Su juego colectivo y sus estrellas, Messi, Neymar, y tantos años de buen fútbol ...mi sueño es jugar allí.
Sin embargo estuvo cerca del Real Madrid...
Fue en el verano del 2013. Gracias a un campus que organizó una empresa de Venezuela fuimos seleccionados los veinte mejores jugadores del país y estuve entrenando en la ciudad deportiva del Real Madrid con el Cadete A.
¿Pudo quedarse?
Se interesaron pero al final regresé a casa. Estuvimos todos una semana y a tres nos invitaron a quedarnos una semana más porque nos querían ver más tiempo. Conocí en persona a Zidane y eso no se olvida.
Tampoco olvida que hace ocho meses pudo morir en un tiroteo...
Gracias a Dios la bala entró en el muslo y salió sin tocar nada más que músculo. Me recuperé en pocas semanas. Salíamos de una fiesta en Caracas y empezaron los disparos. A mi compañero de equipo le dieron en las costillas pero por suerte se pudo recuperar también.
¿Qué pensó en ese momento?
No piensas nada. Luego me di cuenta de que el disparo fue a pocos centímetros de la rodilla y gracias a Dios no dejó secuelas. Fíjese que pudo ser el fin de mi carrera o algo mucho peor.
Siempre tiene a Dios presente...
Mis abuelos son cristianos, mis padres y mis hermanos. Todo lo bueno que me pasa es gracias a Dios y a mi familia. Todo es por ellos.