Juncosa: "Daremos espectáculo, a ilusión no nos ganará nadie"
El padre de Santi Juncosa formó la Delantera de Seda y de Cristal y el jugó con Luis Aragonés en el primer equipo. Ahora es directivo del Reus.
Usted tiene ‘sangre’ rojiblanca’...
—Reus es mi casa, pero el Atlético de Madrid también lo es. Al menos así lo considero. Fui muy feliz en ese club, mi padre hizo grandes cosas y yo por culpa de las lesiones no pude disfrutar al cien por cien de esa entidad, pero me marcó mucho mi paso por el Atlético.
—Su padre era José, que estuvo durante 11 años en el Atlético y fue integrante de la Delantera de Seda y de Cristal. ¿Qué recuerda de él?
—Por lo que me han explicado, era un crack. Su ídolo era Helenio Herrera. Siempre me decían que era un jugador que con una sola jugada levantaba a los aficionados de sus asientos. Me sentía muy orgulloso de él.
—Usted pudo seguir sus pasos, pero las lesiones le lastraron. ¿Se le hizo difícil darse cuenta de que no podía competir en la elite?
—Muchísimo. Las lesiones constantes me impidieron tener continuidad y por ello opté por dejar el fútbol al máximo nivel. Seguí en equipos como el Cambrils y el Falset, pero ya era distinto. Fue muy duro porque por culpa de las lesiones me perdí algo histórico, como fue la final del 74 con el Atlético.
—¿Qué recuerdos tiene de aquella final?
—Me operaron de pubalgia y la vi desde el hospital. Lo que sí guardo es la alineación y el dolor por no haber podido estar ahí. Es lo que tiene haber sido un jugador de cristal (ríe).
—Pero el fútbol también le habrá brindado buenos momentos, ¿no?
—Y tanto. Jamás olvidaré mi etapa de niño en el Espanyol cuando fuimos campeones de Cataluña con el Infantil, ni mi debut en Primera con el Atlético en el campo del Zaragoza.
—En aquel Atlético estaba Luis Aragonés. Compartió momentos de autobús y sobre el césped. ¿Qué es lo que más le marcó de él?
—Era una persona sensacional, un estandarte, con cada minuto que pasaras con él aprendías algo. A mi se me caía la baba cuando le veía jugar, me marcó muchísimo. Es cierto que tenía un carácter muy duro, pero era fiel a sus amigos y siempre daba la cara por ellos. Iba de frente y si te tenía que decir algo lo hacía sin problema. Me firmó una camiseta y la guardo con mucho cariño porque Luis ha sido una gran persona dentro y fuera del campo. Un ejemplo para muchos y del que muchos futbolistas de hoy en día deberían aprender.
—¿Qué consejo le dio Luis que ha transmitido?
—El del esfuerzo. Eso nunca se negocia. Un jugador está haciendo lo que mucha gente mataría por hacer, que es jugar al fútbol. Estar en Primera es un privilegio y se ha de demostrar cada día que se puede estar ahí. Por eso, él no te perdonaba ni una. Si te dormías o bajabas la intensidad te caía una bronca increíble. Fue magnífico tenerle como compañero.
—¿Y qué consejo le dio que más le sorprendió?
—Uno muy curioso y que puede parecer una tontería, pero cuando lo pruebas es muy efectivo. Siempre decía que no nos afeitáramos los días previos a un partido porque el sudor no molesta tanto si llevas barba. Y otra cosa era que no dejaba que te cortaras las uñas de los pies el día antes del partido porque te queda una sensación extraña y el contacto con la bota era distinto. Pero claro eso se hacía antes, cuando las botas no eran las de ahora.
—¿Qué pensó cuando vio que les tocaba enfrentarse al Atlético?
—Me enteré por la cantidad de mensajes que me envió la gente porque estaba en la sala de profesores. Fue una sensación increíble y no pudo evitar que se me cayeran algunas lágrimas. Siempre quise que el Atlético viniera a Reus, era un sueño para mí, y por fin la gente lo pudo ver de cerca porque hay mucha gente de Reus que es del Atlético. Mi primer pensamiento fue para mi padre, seguro que él hizo algo para que nos tocara el Atlético.
—¿Acudirá al palco del Calderón?
—En el estadio estaré, otra cosa es que el presidente quiera que me siente con él en el palco (ríe). Seguro que sí, será algo que recordaré toda mi vida. Me hace mucha ilusión.
—¿Cree que pueden dar la sorpresa y darle la vuelta a la eliminatoria?
—Hay que ser realista y tener claro que ganarle al Atlético en el Calderón es casi imposible. Aun así, a nosotros en ilusión no nos van a ganar y lo primero es dar un buen espectáculo. La afición y el equipo están muy ilusionados y quieren disfrutar al máximo de esta experiencia.
—Es un partido entre líderes...
—Eso sí que es lo máximo para mí. Ver al Atlético como colíder es ya increíble, pero lo que estamos haciendo este año con el Reus es fantástico. Nuestro objetivo es hacer el playoff y poder ascender a Segunda A. Tenemos una plantilla fantástica, con hambre, y espero que al final se logre el objetivo.