Contracrónica: Galca se estrena sin tópicos y con una brújula
"El once del técnico rumano no fue común, lo que denota que estamos ante un tipo con fuertes convicciones y raíces profundas”.
Dulce estreno. Galca comenzó su andadura como entrenador del Espanyol ganando al Levante, pasando a octavos de final de la Copa del Rey y demostrando en un partido que muchos de los tabús impuestos en estas 14 jornadas eran miedos. La fotografía que resume el cambio de época es Burgui, suplente y hastiado con Sergio González, titular y héroe con el rumano, sonriente y aclamado por la grada antes y ahora. Fue el guiño en una noche en la que volvió el fútbol a Cornellà-El Prat, al menos en unos primeros 45 minutos en los que el Espanyol tuvo una brújula e intentó jugar, presionar y priorizar el ataque sobre la defensa.
La ilógica del ‘once’. La alineación de Galca no fue común, lo que denota que estamos ante un tipo con convicciones fuertes, con ideas tan profundas como las raíces. “Mantener la portería a cero” o “construir desde la defensa y la solidez” son los habituales tópicos de los entrenadores en sus debuts, más aún cuando estos se producen durante la temporada en situaciones de urgencia. Pero el rumano sacó ayer el equipo más ofensivo que se recuerda en el Espanyol desde los Cinco Delfines. Caicedo, Burgui, Asensio y Gerard son algo así como los cuatro magníficos de esta plantilla, incompatibles con Sergio en 14 jornadas, titulares con Galca en dos días.
Partido de Play. No fue tan descabellado lo que hizo el nuevo técnico, lo hubiéramos efectuado cualquiera de nosotros en la Playstation, donde atacar es un vicio y defender una incomodidad. Lo que demuestra que los jugadores se pueden moldear, mejoran y se adaptan a los sistemas de un entrenador siempre y cuando tengan las consignas claras. Y en eso es en lo que deberá trabajar a partir de ahora el rumano, en que sus futbolistas actúen en el campo con esa brújula para que no pierdan el norte como ocuría antaño.
Sobre la actitud. Actitud, intensidad, compromiso, sacrificio... Compren el producto que ustedes quieran, pero todos son etiquetas que utiliza el fútbol para esconder otros defectos. Los jugadores rinden si tienen claras las consignas y creen en ellas. Por lo visto en la época pasada, y como hemos ido explicando en AS, las consignas no estaban claras y los jugadores ya no sabían en qué creer. Galca parece que sí tiene, y que la plantilla las entiende. Ahora solo queda lo más difícil: trabajarlas y gestionarlas. Y que la suerte les acompañe...
Reflexión en la grada. No sería bueno que Galca empezase con una mochila llena de piedras su carrera como técnico perico. Lo mejor es hacer tabula rasa, tanto jugadores como aficionados, y dejar en el armario los silbidos impertinentes a Víctor Álvarez, quien lo está pasando mal con esta situación que se ha generado, y a otros jugadores o en otras situaciones en el campo. Hubo momentos confusos y pocos técnicos han tenido que escuchar silbidos en su primer encuentro. Galca demostró ser un valiente porque, además, quiere jugar de forma atrevida en un equipo en el que siempre ha imperado los güevos y el contraataque.