El Sevilla cumple el trámite
Dos golazos de Immobile y Reyes solverntaron la eliminatoria en la primera mitad y sentenciaron con el 5-0 global ante un Logroñés peleón. Iborra fue expulsado.
Con la cabeza en el derbi del sábado, el Sevilla aseguró la presencia de la bola con su nombre en el sorteo de octavos venciendo 2-0 a un combativo Logroñés. Hablar de derbi en las filas sevillistas es hacerlo de José Antonio Reyes, que firmó un espectacular golazo, el segundo, de falta directa, y que en la primera mitad alzó la voz reclamando los focos para sí con un juego que enamoró a los 14.666 espectadores que acudieron a Nervión. No apunta Reyes a titular el sábado, para más de uno y de dos aficionados se acostaron pensando en un nuevo lío del capitán sevillista en el Benito Villamarín.
Un cuarto de hora tardó Immobile en adelantar al Sevilla tras una jugada de tiralíneas entre Reyes e Iborra. Al italiano se le pueden achacar muchas cosas, pero no su honradez. Corrió y peleó cada balón como si el rival que estuviera delante fuera de categoría Champions y no del grupo II de Segunda B. El Logroñés se defendía como podía e intentaba probar a David Soria con tiros lejanos. El joven meta madrileño pasó con matrícula el examen y constató que la espalda de Sergio Rico ha estado bien cubierta desde el banquillo con su presencia.
Cuando el Sevilla aceleraba, al Logroñés sólo le quedaba hacer faltas. El error fue hacerlas al borde del área y que Reyes ya no se la dejara a ningún compañero. En el 40, pase a la escuadra y partido sentenciado, mientras Kakuta volvía a intentar sentirse futbolista más de tres meses después con más ganas que fortuna.
En la segunda parte el ritmo disminuyó de entrenamiento con público a pachanga veraniega en pueblo costero. Las buenas maneras de Curro, el susto de la rodilla de Reyes y la entrada a destiempo de Iborra, que le costó la roja, fueron lo poco reseñable. El Logroñés volvió a probar a Soria pero éste respondió con solvencia, el Sevilla careció de puntería y una jugada de Kakuta despertó los olés de la grada, mezcla de apoyo y guasa. Las cabezas de los profesionales, como las de los aficionados que ya hacían colas en las taquillas para las entradas que saldrán a la venta a primera hora del miércoles para el derbi, estaban ya en el partido del sábado.