Vuelven Sergio Ramos, la BBC y la esperanza en Villarreal
El Barça eleva la moral del Madrid y El Madrigal mide su mejoría. Bale regresa con debate: el Madrid sólo perdió una vez de 35 sin él.
La visión renacentista dice que tras el Clásico el Madrid ha sumado cinco victorias en cinco partidos, con un promedio superior a los cuatro goles en cada uno, que en las piernas de Benzema no pesan los juzgados, que han sanado lesionados, que Cristiano ha recuperado su mejor humor, que por primera vez el vestuario le ve la gracia a Benítez y que hasta el Barça está por la causa. La visión ultrarrealista revela que ha sido la dulzura del calendario lo que ha levantado de la lona al equipo. El Madrigal, campo de máxima exigencia, resuelve qué temperatura de verdad hace en el Madrid. Y si es capaz de ponerse a dos puntos del Barcelona. Suena a guasa a estas alturas, pero pasaría a depender de sí mismo para ser campeón.
Regresa Ramos, que se ha perdido más de la mitad de los partidos (11 de 21) por su lesión de hombro. No ha vuelto desde el Clásico buscando la curación sin pasar por el quirófano. Sin él, sin Varane, sin Carvajal y sin Marcelo, que hoy será titular, Pepe ha vuelto a sus mejores días. La impresión es que ha jugado menos de lo que merecía.
También regresa Bale para completar la BBC y para reavivar el debate sobre los efectos nocivos de componer el tridente. Desde su llegada, Bale ha faltado 35 partidos (32 por lesión) y el Madrid sólo ha perdido uno (ante el Celta, en 2014), pese a haberse enfrentado a Barça, Valencia, Atlético o Athletic (tres veces). Sin él, el equipo cae seis veces menos. No ha cuajado como mediapunta, donde más se gusta, y tampoco en la derecha. Sólo en la izquierda luce de verdad. Su presencia resta un centrocampista e incrementa el sufrimiento defensivo. Hoy será titular y eso retrasará a James, de quien Benítez pretende sacar el Di María de Ancelotti. Cheryshev se quedó en casa para evitar una distracción.
El Villarreal ha pasado por lo mismo. Una salida de purasangre (dos jornadas líder) y un frenazo por las lesiones. De una tacada perdió a los dos laterales derechos titulares, a los dos del filial, al juvenil que hizo el papel en Huesca y a los dos con los que improvisó ante el Rayo. Una plaga bíblica. Ahora recupera a Rukavina, pero sigue teniendo lesionados a Mario, Jokic y Bonera. “Defendiendo así el Madrid nos mete siete”, dijo Marcelino en Plzen. Tampoco están Leo y Adrián. Así que sus opciones pasan por Bakambu, que sólo ha jugado un partido completo, pero que ha metido diez goles, y por su estadio. Faltan por vender 3.000 localidades, pero será la mejor entrada del curso. En eso la salud del Madrid sí que es inquebrantable.