El Real Madrid pierde el pulso con el Barça en el siglo XXI
El balance de títulos es de 17 a 25 a favor del conjunto azulgrana. Hace 15 años Florentino recogió para el Real Madrid el trofeo al mejor club del siglo XX.
El 11 de diciembre de 2000, hace justo 15 años, el Madrid recibía el trofeo al Mejor Club del siglo XX. Florentino aparecía en la foto con Blatter y Di Stéfano tras sólo cuatro meses y 25 días en la presidencia de un club que dominaba al Barça en títulos oficiales: 64 a 56. Ahora, transcurridos tres lustros del siglo XXI, en el que ha habido doce años de Florentinato (en dos etapas), el Madrid se ve asediado: empatan a 81 títulos y los culés aún pueden sumar el Mundial de Clubes antes de acabar este 2015...
De hecho, gran parte de lo conseguido por Florentino fue en su primer trienio (2000-03), con Del Bosque. Ahí llegaron una Champions, dos Ligas, una Intercontinental, una Supercopa de Europa y una de España. El Barça, nada. Una inercia ganadora que cercenó al no renovar al técnico. Durante sus tres siguientes proyectos sin él, los de la 2003-04, la 2004-05 y la 2005-06 (Florentino dimitió en febrero diciendo que había “malcriado” a la plantilla), Laporta le adelantó por la derecha. Con Ramón Calderón (2006-2009) el balance fue de tres títulos blancos por cuatro culés, aunque la entidad azulgrana ha terminado de darle la vuelta al calcetín... desde que Florentino volvió al poder, en julio de 2009. En las últimas seis temporadas y media, han arrasado: 17 trofeos (con triplete el curso pasado) han ido a las vitrinas del Camp Nou por sólo siete a las del Bernabéu. En Liga, la anemia blanca es flagrante. Sólo cantaron el alirón en la 2011-12. Con Florentino, el Barça vence en títulos 21 a 14. Suponen una cuarta parte (el 25,9%) de los que ha ganado la entidad barcelonista en toda su historia.
Por el camino y durante sus dos mandatos, Florentino ha dejado su sello. Dispendio en fichajes (va por 1.205 millones y subiendo, con Bale como plusmarca con 101 millones), despido de entrenadores (Benítez es el décimo y ya ha tenido que salir a ratificarle), la apropiación de la figura de director deportivo (echó a Benito Floro, Sacchi y Valdano) y líos institucionales de lo más variado, el último de ellos el reciente juicio por los estatutos, pendiente aún de sentencia.