Peñaranda, historia del club: el más joven en jugar en Primera

Es el hombre de moda en Granada. En pocos días ha pasado de ser un delantero anónimo del filial a sentir que todos los focos del escenario le iluminan ante el aplauso unánime de medios de comunicación y aficionados. Peñaranda cuajó una actuación destacada en el último encuentro y contribuyó a la victoria rojiblanca ante el Athletic. Disciplina, aplomo, potencia…es verdad que no tuvo ni una ocasión durante el encuentro, que no recibió balones, pero él solo se generó situaciones de gol y nunca dio un balón por perdido. En apenas 90 minutos se ha metido a la afición en el bolsillo y también a Sandoval, que podría colocarle un punta en La Rosaleda. “Estoy contento y muy agradecido por la confianza que me ha dado el entrenador”, explicó Peñaranda antes de desvelar cómo Sandoval “me dijo el mismo día del partido que iba a salir como titular y la verdad es que me dio una gran sorpresa. Estoy muy feliz por el rendimiento que tuve en el campo”.

Sobre su continuidad en el primer equipo, algo que parece probable después de ser uno más a las órdenes de Sandoval en lo que va de semana, comentó que “soy jugador del filial” pero reconoció que “me gustaría seguir aportando cosas al equipo de Primera.  Con el trabajo y el sacrificio de cada día me he ido ganando la confianza del entrenador y he podido llegar hasta aquí”. Del duelo de La Rosaleda explicó que “el Málaga va a tener presión al jugar en casa, y eso lo tenemos que saber nosotros. Ellos van a salir a ganar, eso está claro, pero nosotros vamos a ir a por la victoria para seguir sumando de tres en tres”.

Peñaranda se ha convertido en el futbolista más joven en debutar con el Granada en Primera División con apenas 18 años y medio, y ha sido sin duda una de las sorpresas de la temporada. El joven venezolano ha sido muy bien recibido en el vestuario, algo que agradece “a todos los jugadores. Se portaron muy bien y me estuvieron hablando antes del partido. Me dijeron que tuviera confianza y me divirtiera en el campo. Yo no sentí ninguna presión y entré al juego con mucha confianza”.