Los 50 partidos de Sergio lo sitúan en la clase media perica

Del británico Jack Greenwell —1928— a Sergio González han pasado 55 entrenadores más por la historia del Espanyol en las 80 ediciones de la Liga en las que ha participado el conjunto blanquiazul. Después de cumplir 50 partidos ante el Málaga con una victoria balsámica, el técnico catalán pasa a formar parte del selecto grupo que ha superado esa cifra: únicamente un tercio (18) lo consiguió, lo que certifica la inestabilidad que ha tenido el Espanyol en el banquillo a lo largo de sus años en Primera.

Más allá del contexto y del nivel de las plantillas, muy dispar a lo largo de la historia, el balance de victorias del entrenador perico se encuentra entre la clase media, incluso superior a otros técnicos recientes que han sido recordados por sus grandes campañas en la Copa UEFA o en la Copa del Rey, incluso en alguna Liga meritoria. Si Sergio gana un 36% de los partidos en la Liga, Miguel Ángel Lotina lo lograba en un 35,5%, Ernesto Valverde en un 32,9, Mauricio Pochettino en un 33 o Javier Aguirre en un 31,8, por citar los más actuales.

No obstante, las cifras chocan en este caso con los momentos históricos y la percepción de los aficionados. La irregularidad perica en el primer tramo del curso pasado y la falta de un claro patrón de juego han minado la trayectoria de Sergio, a la espera de que el equipo logre una buena racha de resultados y mejore como bloque. Será en ese punto, como ocurrió el curso pasado con la brillante trayectoria en Copa, cuando su reputación pueda aumentar.

Si Sergio cumple su contrato, que expira el próximo 30 de junio, compartirá con Lotina y Valverde el décimo puesto como técnico con más partidos. Estará por ver si supera sus registros cuando ha contado con menos presupuesto que ellos, y si los planes de la dirección deportiva y, más en concreto, de Chen Yansheng están no por renovarle.