LEGANÉS
Serantes lucha por ser el meta menos goleado de Segunda
Iguala a Nauzet y José Juan, con 12 goles encajados en 13 partidos. En Ponferrada se convertirá en el único pepinero que lo ha jugado todo en Liga.
Jon Ander Serantes va camino de convertirse en algo más que un portero para el Leganés. Es, por ahora, su futbolista más en forma. Lo dicen sus intervenciones salvadoras (Tenerife, Valladolid, Mallorca o Elche pueden dar buena cuenta de ello), las valoraciones del público (ya ha sido elegido en una ocasión mejor jugador del mes para los pepineros), pero también por sus números, guarismos que lo transforman en el único jugador ‘intocable’ para Asier Garitano.
Y es que Serantes lo ha jugado todo y, salvo sorpresa o desgracia, se convertirá el próximo domingo en el único futbolista de la plantilla blanquiazul que ostente semejante ‘título’ en la Liga. Mantovani, el otro hombre que no se ha perdido ni un solo minuto del campeonato, vio la quinta amarilla el pasado sábado frente al Alcorcón y no podrá formar de inicio en Ponferrada.
Así las cosas, dejará este ‘trono’ honorífico libre para que lo ocupe su compañero bajo palos, un Serantes que también es el arquero menos goleado de la categoría junto con José Juan (Lugo) y Nauzet (Osasuna).
Los tres han encajado doce goles en los trece encuentros disputados (0’92 por partido), eso sí, con diferencias de regularidad entre uno y otro.
Así, por ejemplo, Serantes y Nauzet no han visto perforada su meta más de tres ocasiones (José Juan sí). Seranes y José Juan suman seis partidos sin recibir frente a los siete del rojillo.
Si se reduce este análisis a los últimos nueve partidos, el pepinero vence este duelo a tres bandas, con cinco goles recibidos y seis choques sin encajar frente a los cinco goles recibidos y cinco partidos sin encajar de Nauzet y los nueve goles recibidos y cinco partidos sin encajar de José Juan.
Se da la casualidad de que Nauzet pudo ser compañero de Serantes en Butarque. El Leganés quiso hacerse con sus servicios el pasado verano, pero finalmente acabó en el Sadar.