El nuevo Tour RCDE convertirá Cornellà-El Prat en un museo
Una tablet permitirá seguir la historia de forma interactiva. Expondrán un centenar de camisetas históricas. Y una sala con trofeos, carnets y objetos de incalculable valor.
Para valorar el presente, nada mejor que revivir el pasado con los instrumentos tecnológicos propios del futuro. Algo así es lo que sucederá con el nuevo Tour RCDE por Cornellà-El Prat, que a finales de año experimentará una profunda renovación para que la idea originaria —dar a conocer los recovecos del estadio— dé paso, seis años después de su inauguración, a una idea mucho más amplia y con perspectiva de los 115 años de historia del Espanyol.
A fin de conocer el remodelado Tour, AS paseó por sus entresijos con el responsable del mismo, y también de la memoria histórica del club, David Tolo. La primera gran sorpresa, y a la vez la principal novedad del recorrido, está en sus manos: una tablet. A lo largo del anillo que rodea el terreno de juego, especialmente en los córnes, están ubicados los murales dedicados a estancias emblemáticas de la entidad: las Copas de 2000 y 2006, el recorrido por las Copas UEFA de 1988 y 2007, la leyenda de Dani Jarque, la Final del Calor de 1940 o la afición. Y, he aquí la sorpresa, el visitante no solo podrá contemplar el ‘collage’ de fotos y su explicación, sino que portará esa mencionada tablet con la que, enfocando a la imagen principal de cada mural, se desplegarán vídeos, más fotos, música... La historia del Espanyol en modo interactivo.
Pero ahí no acabará, sino que será el comienzo de un viaje en el tiempo. Lo escenificará, por su formato, el extenso pasillo de vestuarios, en el que se ubicarán cerca de un centenar de camisetas (por ahora, han recopilado la friolera de 88) que el primer equipo ha empleado a lo largo de este siglo largo. Desde la primera, que data de 1901, a las actuales. “Algunas solo se emplearon en un partido”, desvela Tolo, lo que realza el mérito de la muestra.
Y, cerca del pasillo, aguarda a los visitantes la sala histórica. Allí reposarán todos los trofeos imaginables conquistados por el club, además de reliquias como carnets de todas las épocas y objetos tanto del fútbol como de las secciones, que conformarán un ‘timeline’ de la entidad. Incluso se situará la mítica butaca de barbero que durante años fue el símbolo de la Peña Central, en la Plaza Real de Barcelona. También se reservará un espacio para exposiciones rotatorias.
Además de todo ello, el Tour pasará por las puertas de Cornellà-El Prat —que deben sus nombres a 98 jugadores legendarios— y por el auditorio, donde cuelgan los cuadros de los internacionales que ha tenido el Espanyol.
“A falta de un gran museo, la intención ha sido la de museizar el estadio”, proclaman desde el club, que ha contado para el proyecto con el mecenazgo de la Fundació y con la colaboración de una comisión histórica, integrada por Jordi Puyaltó, Gabriel Martínez, Xavier y Josep Ruiz, y Oriol Pagés. Tras registrar más de 15.000 visitantes en su antiguo formato, el Tour se abre al mundo, a la tecnología y a la historia.