800 seguidores viajarán a Augsburgo pese al conflicto

El Athletic y la Ertzaintza están preocupados por la seguridad de la expedición que se desplazará la próxima semana a Alemania para el encuentro de la Europa League ante el Augsburgo. Pese a la conflictiva situación derivada de los atentados de París, que llevó a suspender en Hannover el Alemania-Holanda por una amenaza de bomba, se desplazarán algo más de 800 aficionados rojiblancos, muchos de ellos vía Múnich, para posteriormente trasladarse en autobús a la localidad bávara, que está a 80 kilómetros.

Es más que probable que la Ertzaintza, que tratará el asunto de los desplazamientos de seguidores de fútbol en el marco de una reunión de seguridad general, redoble sus esfuerzos para este desplazamiento. La relación entre las aficiones de Athletic y Augsburgo en San Mamés fue fantástica. Terminaron cantando los nombres del rival. Por ahí, no habrá problema, como sí lo tuvieron desgraciadamente en Bilbao algunos hinchas del Partizán.

Será una cita para tener muy controlados a los seguidores. Hay que tener en cuenta el riesgo que supone viajar de manera privada en esta situación. Ayer mismo, en Alemania, se cerraron durante varias horas las puertas de algunas estaciones de tren para hacer revisiones policiales. Más allá de la psicosis que se ha generado en la población, existe una vigilancia extrema para buscar yihadistas. Y ha quedado claro, con el intento fallido de entrar en Saint Denis con explosivos, que el fútbol es un escaparate goloso para los terroristas. Dos días antes que el Athletic se disputa un partido de Champions en Múnich entre Bayern y Olympiacos.

Mikel San José y Óscar de Marcos vivieron en primera persona la suspensión del Bélgica-España. El lateral desveló que el vestuario no habla de lo de Alemania: “Son fechas en que todo el mundo habla de lo mismo. Si pensamos en lo que nos puede pasar, vamos a vivir con miedo todos los días”.

Habló de su estancia con la Selección: “Ha sido una experiencia bonita, un premio para mí. No debuté por temas extradeportivos. Tengo que trabajar para volver o que le toque a otro compañero”. Entendió la suspensión del partido: “Lo primero es lo primero, las cosas no estaban para jugársela. Tengo que seguir trabajando en mi equipo. Si me vuelven a llamar, es porque el equipo hace las cosas bien”.

Se enteró por San José: “Estaba ya metido en la cama, me llamó a la puerta de la habitación sobre las doce y media o la una, y me dijo que se suspendía el partido”.