EURO SUB-21 | CROACIA 2 - ESPAÑA 3
La Rojita maravilla y sufre a partes iguales en Croacia
Ganó 2-3 con doblete de Deulofeu y otro gol de Asensio. La reacción local con uno menos estuvo cerca de transformar un 0-3 en empate en 25'. Doble poste local en la última jugada.
La Rojita maravilló y sufrió a partes iguales en Croacia para llevarse tres puntos de oro, aunque el final de partido pidiendo la hora con un futbolista más no es el mejor posible para lo que pasó y pudo pasar. Tuvo dos historias bien diferentes el encuentro, desde luego. En la inicial, Ceballos se puso el sombrero de artista para completar una actuación de ensueño. Se siente cómodo el bético en la Selección, en la que puede flotar en una zona cercana al área contraria por la que es decisivo. Su naturalidad para filtrar pases interiores asusta. En menos de 20 minutos dejó tres, a cada cual mejor. El más claro situó a Deulofeu sólo con Livakovic, pero el portero croata le sacó bien el remate abajo.
Con La Rojita controlando el partido a base de certeras presiones sobre el rival tras pérdida, la puerta del cielo se abrió en otra acción precisa de Ceballos que propició el pase de la muerte de Óliver a Williams. En su intento por defender, el central Kolinger cometió un penalti que vino acompañado de expulsión y que Deulofeu se encargó de aprovechar. Suma y sigue el del Everton con La Rojita, con la que ya acumula seis goles y cuatro asistencias en esta fase de clasificación.
España estaba cómoda por la ventaja pero sobre todo por las sensaciones. Podía dominar con autoridad y tenía fuelle para trabajar sin balón. De los croatas no se podía extraer casi nada, ni siquiera de sus jugadores más determinantes Kovacic y Halilovic. Sobre todo porque La Rojita mantuvo el listón cuanto quiso y fue muy alto. En una de esas, Ceballos se coló en el área y regaló el segundo a Asensio, que marcó con la derecha y confirmó que la conexión entre los dos recientes campeones de Europa Sub-19 es de quilates. Pocas veces jugadores tan jóvenes brillan tanto en el ciclo anterior como ocurre con ellos, nacidos en el 96 pero figuras entre los 94.
La Selección siguió buscando la portería contraria con ahínco, esa cualidad que distingue a los equipos verdaderamente grandes. Fruto de esa insistencia y de esa presión vino el tanto de Deulofeu, su segundo de la noche, al provocar el fallo en el pase de salida del portero y marcar luego sin miramientos. Otro Deuloshow el suyo.
Croacia estaba muerta y el partido liquidado, pero aquí comienza la otra parte de la historia. El cuadro local vio un resquicio de luz en un golpe de suerte que a la vez despistó a España. Un lanzamiento de falta rebotó en la barrera y Pasalic redujo distancias ante la impotencia de Kepa, que le había hecho un paradón en una jugada anterior. El conjunto croata decidió arriesgar lo poco que tenía y subió su presión casi hasta el borde del área. Sorprendió tanto a España la reacción de su rival que llegó a pasarlo verdaderamente mal, incapaz de defenderse con la pelota ni aprovechar los espacios para lanzarse a por otro gol al contragolpe.
Lo increíble comenzó a tomar forma de real. Caleta-Car marcó en una falta pero el tanto fue anulado por fuera de juego y en plena sangría española Meré fue expulsado por derribar a un contrario dentro del área. Radosevic marcó el penalti y el choque se redujo a diez minutos de tensión extrema con los dos equipos con un hombre menos, algo impensable cuando pocos minutos antes la Sub-21 se paseaba autoritaria por el césped. Celades retiró a Deulofeu por Duarte, un central, y recompuso sus piezas con la intención de aguantar el último arreón local. Y llegó ese arrebato, desde luego que sí, en una última doble ocasión que puso el nudo en la garganta de los españoles, pues primero Caleta-Car y luego Halilovic se encontraron con el larguero cuando se mascaba la tragedia del empate. No llegó, pero el segundo tiempo tan discreto de España en comparación con el primero difumina un partido que se ganó y sólo por eso ya es importante, aunque costara tanto.