Javi Gracia, en horas bajas, ratificado por Casado
El Málaga afronta el parón liguero sumido en una grave crisis deportiva y con la afición en contra de Al-Thani, presidente y propietario.
El Málaga derrotó al Córdoba por 2-0 el pasado 15 de marzo. Casi ocho meses y 22 partidos después, el balance es desolador. Sólo ha ganado tres partidos. La falta de gol es dramática. No ha marcado en nueve de los once partidos de esta Liga y sólo ha marcado cinco goles.
El pasado viernes Vicente Casado, el director general, acompañado por los consejeros Antonio Benítez, Abdallah Ben Barek y Francisco Martín Aguilar se acercaron por el entrenamiento para ratificar su confianza en el entrenador y los jugadores. ¿Ratifiación antesala típica de despido? No se puede afirmar. Sin embargo, muchas cosas descolocan en este periodo peliagudo que vive el adiestrador navarro. Su falta de empatía con Mario Husillos, director deportivo, es evidente. Pero lo preocupante es que se están detectando síntomas de fractura social. La afición exculpa a Gracia, pero señala al dueño. “¡Al Thani vete ya!” y “¡directiva dimisión!” se escucharon alto y claro tras la derrota contra el Betis.
La preocupación es absoluta y el Málaga se va a lanzar a la busca de refuerzos en el mercado de invierno. Husillos está en el punto de mira por el flojo resultado y rendimiento de la mayoría de los fichajes que él ha auspiciado. Todos menos Mastour, apuesta pesonal del jeque Al-Thani, que ya no se molesta ni en escribir en Twitter. Dentro de tantas calamidades, el equipo sigue fuera de los puestos de descenso y este parón puede servir para ir recuperando a alguno de los lesionados, que falta hace.