Una genialidad de Williams pone al Athletic más cerca de Europa
Hernán Pérez llegó a empatar el golazo de vaselina del delantero, pero Raúl García dio el triunfo. Sexto partido del Athletic sumando en Liga con cuatro victorias y dos empates.
El Athletic ha tumbado con dos soberbios goles a un Espanyol guerrillero, que tenía claro que para puntuar en Bilbao había que hacer un partido de pierna fuerte y trabado. No le ha bastado porque los leones tienen un amplio manual de recursos. Los de Sergio se han ido para Barcelona con una derrota a cuestas y media docena de tarjetas. Poco han podido hacer para frenar los tantos rojiblancos, en especial el del emergente Iñaki Williams, que se ha sacado de la chistera una jugada de crack para batir por alto a Pau. El de Raúl García no ha tenido menos clase, trastabillado en un cuerpo a cuerpo con el defensa, mandó la pelota a la red con un cabezazo de espaldas. Fue el que sentenció el partido, ya que el Espanyol había empatado con su único disparo a puerta, en una genialidad de Hernán Pérez.
El calor y la acumulación del cansancio que lleva el Athletic en sus piernas le ha aconsejado hacer un partido medido en el esfuerzo. También incidió un Espanyol pegadizo, agresivo en las disputas, algunas autorizadas de más por un Undiano Mallenco al que el Athletic tiene tirria. No ha podido poner orden ni con tarjetas. Daba la sensación de ser un encuentro preparado para decidirse por un chispazo. Y a la hora de hablar de energía no hay otra como la de Iñaki Williams.
En el minuto 8, cuando no había aún personal cansado, el diamante negro del Athletic se inventó el, hasta ahora, gol de su vida. Gurpegui se anticipó en un balón, abrió sobre De Marcos y el centro de este fue recibido por Williams con un sombrero sobre Fuentes y mandado a la red con un voleón impresionante por alto. Cinco goles en siete días, la confirmación de que hay un proyecto de estrella. Le viene de perlas de cara a su proceso de renovación.
Sergio había decidido blindar su banda izquierda con Víctor Álvarez en lugar de Burgui para hacer más complicada la vida a De Marcos y Williams, pero el lateral rojiblanco fue muy superior en los despliegues. Mandó otro centro que Aduriz empalmó fuera. San Mamés reclamó un penalti de Hernán Pérez sobre Sabin Merino, sorpresa en la alineación en lugar de Susaeta. Se le vio dudoso en las disputas, menos metido que en el Villamarín. De ahí que Txingurri no perdiese más el tiempo y metiese a Susaeta en el descanso.
El Espanyol se fue estirando gracias a la iniciativa de Asensio y a las individualidades de Caicedo, pero se le apagaba la luz al borde del área. Un oportuno corte de San José a centro de Víctor Álvarez fue su aproximación más peligrosa en la primera mitad. Sí cazó pieza en su primera acción de la reanudación. Una falta mal botada por Beñat provocó un contragolpe que Hernán Pérez mandó a la red con mucha clase.
El partido se embarulló tras una entrada de Gurpegui que terminó con tres amarillas en una trifulca en la que salieron salpicados también Diop y Caicedo. “¡Undiano qué malo eres!”, cantó al unísono San Mamés. El partido lo decidió un especialista en escenarios calientes, Raúl García, que demostró su clase como cabeceador al rematar hacia atrás un centro diagonal de Susaeta. El Athletic sigue lanzado hacia Europa, que queda a dos puntos, mientras el Espanyol, en el que Asensio y Hernán Pérez hicieron interesantes cosas con el balón, se queda anclado en la mitad de la tabla.