Uno a uno: Giménez se gustó en exceso y Tiago dominó el juego
El error del central uruguayo costó un punto, pese a que estaba cosechando un encuentro completísimo. El portugués marcó y fue el dominador del juego en el primer tiempo.
Oblak. El Depor no tiró a puerta en la primera parte, lo más peligroso que tuvo que solventar fue una cesión que controló con el pecho y despejó en el área pequeña. El equipo gallego creció en la reanudación pero se vio bien colocado y atento al esloveno en un peligroso centro de Jonás y en dos disparos demasiado centrados de Cartabia. Se estiró bien en el disparo de Fayçal, al que no hubiera llegado de no estrellarse en la cruceta.
Juanfran. Incisivo durante la primera parte, llegó a ganar la línea de fondo en ocasiones, pero sin que se llegara a concretar peligro. En la segunda mitad tuvo algún despiste que no fue a mayores y sólo después del empate volvió a mirar hacia arriba.
Godín. Lucas le buscó las cosquillas y le ganó algún duelo. En el 15’, sin embargo, el charrúa apareció para frenar al cruce una peligrosísima embestida del 9 deportivista. Además, volvió a sembrar el pánico en el área rival y estrelló un cabezazo en el poste.
Giménez. Estaba realizando un partido brillante hasta el error del empate gallego. Minutos antes se había permitido un lujo tirando un caño a Fayçal, muestra de que su confianza estaba por las nubes. Pero después pecó de nuevo y Lucas le madrugó una pelota que se marchaba por la línea de fondo para inventarse el empate.
Filipe. El Deportivo no profundizó en exceso por su costado y no pasó apuros. Le sigue faltando chispa para salir con ventaja en los uno contra uno e incluso en las paredes, aunque con Carrasco por delante se preocupó más de guardar su posición que de desdoblarse. En la segunda parte Cartabia y Laure intentaron probarle pero se mantuvo firme.
Carrasco. Antes del primer cuarto de hora pasó a la izquierda y ahí, pleno de seguridad en sí mismo, aceleró y amenazó con acierto. Por momentos parecía que los deportivistas no sólo no podían pararle, ni siquiera derribarle. Después se difuminó con el paso de los minutos y Simeone decidió sustituirle.
Gabi. Jugó un papel muy secundario en la construcción pese a que el Atlético dominó totalmente la posesión del balón en la primera mitad. La sustitución de Gabi le obligó a participar más; correcto pero sin más.
Tiago. Si ante el Valencia controló de cabo a rabo el partido, en Riazor incluso apareció para aliviar a su equipo enganchando un balón muerto al borde del área para hacer el 0-1. Interpretó bien el partido, siendo expeditivo cuando fue necesario. Fue sustituido por Torres con el empate a uno.
Koke. Empezó en la izquierda, para pasar a la derecha y en el 25’ a la mediapunta. Simeone le alternó para intentar superar la línea de presión de la medular gallega. Le faltó peso en el juego ofensivo, con contadas apariciones para asociarse y combinar. No faltó a su cita con el trabajo, pero hace falta más de él en partidos atascados como el de Riazor.
Griezmann. El buen entendimiento entre los centrales y los pivotes deportivistas no le dejó maniobrar entre líneas en la primera parte. Mediada esta pasó a la derecha, pero tras el gol volvió a ocupar su sitio. Estuvo bien sujeto y careció de la capacidad de otros días para crearse el mismo ocasiones para marcar.
Jackson. Estuvo lento en el 12’ cuando Koke le había filtrado un pase inmejorable para rematar de primeras con la zurda, pero el colombiano no ejecutó bien el giro. En el 22’ Gabi le sirvió también un buen balón que no acertó a controlar en el área. Por momentos desesperó a Simeone perdiendo balones en mitad de campo que eran necesarios asegurar para permitir la salida del equipo. No le cogió el pulso al partido en ningún momento.
Correa. Salió por Carrasco para aprovechar el desgaste del Deportivo, terreno abonado para sacar partido a su calidad entre líneas. No encontró los espacios para poder desequilibrar ante un Depor que se replegó bien tras el empate.
Torres. Salió por Tiago casi sin tiempo para producir en ataque con un Atlético ya poco organizado. No tuvo opoción de amenazar al Deportivo.
Saúl. Simeone, con el 0-1, no quería bromas y le puso sobre el verde. Pero se encontró con el gol de Depor y le tocó bregar con el rival crecido. No pudo cambiar la inercia del partido.