Adán es el futuro: hasta 2019 y con cláusula 'baja', 8 millones
La rescisión costaba seis kilos hasta ahora. Tras una última reunión, el Betis ha decidido reconocerle al meta su estatus de hombre clave.
Una última reunión, celebrada la semana pasada, permite asegurar al 99 por ciento por ciento que Antonio Adán firmará hasta 2019 como portero del Betis. Es decir, un contrato por lo que queda de esta campaña y tres más. La negociación con el madrileño ha durado apenas dos semanas y el club verdiblanco está dispuesto a reconocerle lo que es, uno de los futbolistas más importantes de la actual plantilla que dirige Pepe Mel, capitán y baluarte. Su cláusula, eso sí, no será prohibitiva: ahora mismo es de seis millones y subirá poco, en principio sólo hasta los ocho kilos.
El hombre que más paradas ha hecho en la presente Liga de Primera (38, por delante de Kameni, con 34) llegó a Heliópolis en enero de 2014, con el equipo prácticamente desahuciado para Primera. Se ganó pronto el favor de la grada y pasó momentos de zozobra, ya en Segunda, a comienzos de la pasada campaña por un affaire con el entrenador de porteros de Julio Velázquez, Kike Burgos. Burgos salió del club y Adán lo justificó con grandes actuaciones de ascenso.
En Adán ve el Betis y los que conocen la actualidad más íntima del club portero para muchos años. A sus 28 años, un capitán (ya lo es) de futuro que salvaguarde una meta necesitada de continuidad desde que Toni Prats abandonara Heliópolis hace más de una década, en 2005, aunque no lo hiciera retirándose aquí ni tampoco como titular: dos años antes el mallorquín había dejado de ser el dueño de los tres palos béticos, que sí dominó durante siete campañas, desde el 96. Detrás de él hombres todos discutidos Sara y Andersen, a quienes llegó a sustituir Adán; Contreras, Goitia, Casto, Ricardo o dos canteranos, Doblas y Adrián, que al final dieron más rendimiento que los anteriores: el primero ganó una Copa y al segundo no le quisieron pagar ni la mitad de lo que está ganando, con triunfo incluido, en la Premier League. Antes de Prats la meta bética también tuvo 10 años sin continuidad desde la marcha de Esnaola en 1985, tras 12 años de indiscutible. Jaro y Diezma sí fueron titulares reconocidos, pero duraron poco bajo los tres palos.