Holanda llora su fracaso y reclama "una revolución"
En apenas 15 meses pasó de ser tercera en el pasado Mundial a no meterse en la Eurocopa. Los medios locales fueron muy duros con el equipo.
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Holanda se despertó fuera de una Eurocopa por primera vez en 32 años y con la sensación de haber completado uno de los ridículos más espantosos de su historia. El conjunto 'oranje' no fue capaz de superar una fase de clasificación en la que tres equipos de su grupo se metieron directamente (República Checa, Islandia y Turquía).
Cinco derrotas en diez partidos y sólo un punto de 18 posibles en los enfrentamientos ante las selecciones que le precedieron en la tabla reflejan un fracaso impropio de un país con tanto talento. Los medios fueron muy duros por cómo se manejó al equipo, con cambio de técnico (Blind por Hiddink) incluido. “Oh, Oh, Oranje”, tituló De Telegraaf. Su editor de deportes, Valentijn Driessen, fue tajante al analizar la eliminación: “El fútbol holandés se ha derrumbado y se han desenmascarado sus miserias más absolutas. No hay palabras para definir esto”.
En realidad sí las hay, si se hace un análisis más profundo. Hace sólo 15 meses Holanda estaba jugando la semifinal de un Mundial ante Argentina (luego ganaría el tercer y cuarto puesto a Brasil), pero la marcha de Van Gaal al United tras aquello descabezó una selección que con él había ido tapando agujeros.
Louis cambió el histórico 4-3-3 en la cita brasileña y pasó a jugar con tres centrales y dos carrileros, la única manera de combatir un mal cada vez más extendido en Holanda: los pésimos conceptos defensivos existentes en su liga local. A Van Gaal se le criticó por aquello, pero los resultados y la vuelta a lo anterior con el resultado ya conocido demuestran que sabía perfectamente lo que hacía.
Otro detalle ha marcado también el patinazo rumbo a la Eurocopa. La brillante generación de Van der Vaart, Van Persie y Sneijder ha agotado sus días y el único de sus supervivientes, Robben, cayó lesionado cuando debía solventar la papeleta. Los jóvenes, especialmente la nueva estrella Depay, no han sido capaces de tomar el testigo. Aficionados y entrenadores piden ahora una revolución total. No parece que se produzca en el banquillo, pues el fracaso no se considera exclusivamente de Blind. Nuevos tiempos para la oranje. Tiempos duros.