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ESPAÑA 1- SUECIA 1 | SUB-21

España salva un punto con 10

Los de Celades se adelantaron gracias a un gol de Óliver Torres, pero la expulsión en el 49' de Saúl Ñíguez provocó el empate de Engvall.

Óliver, autor del 1-0 ante Suecia.
Óliver, autor del 1-0 ante Suecia.Cristobal GarcíaEFE
AStv

España se dejó dos puntos que eran suyos con once o ganó uno que defendió con diez, según se mire, en un encuentro intenso y de máxima exigencia que cambió por completo cuando La Rojita se quedó con un futbolista menos al poco de comenzar la segunda parte. La Selección se tuvo que enfrentar a una Suecia ordenada, a una expulsión de Saúl con sólo 49 minutos disputados y a un césped en pésimo estado, que no favoreció para nada su habitual estilo de toque. Hay infinidad de campos en España como para evitar uno en el que sólo tres días antes se había jugado un partido de Segunda División, pero eso son detalles contra los que Celades y los jugadores, por desgracia, no pueden pelear. 

Aún así, mientras las fuerzas estuvieron niveladas, se intuyó la misma intención de querer ser protagonista y mandar que en los dos partidos anteriores ante Estonia y Georgia, aunque en esta ocasión con un rival de mayor enjundia enfrente. Los suecos se parapetaron bien con una línea de cinco centrocampistas y decidieron fiarlo todo a las recuperaciones y salidas rápidas, escasísimas ante el buen hacer español. El partido tuvo un guión muy evidente, aunque pudo cambiar si en la primera jugada Saúl no se hubiera encontrado con el larguero en un córner bien botado por Deulofeu. Un gol tan tempranero no procedía, según parece, y eso hizo más dominador y más dueño todavía a una España con Saúl, Óliver, Ceballos y Asensio combinando. Casi nada.

La llave del gol, sin embargo la tuvo el de siempre en la Sub-21: Deulofeu. El extremo del Everton, al que se discute por elegir mal algunas veces, al que se tacha de individualista por intentar siempre el uno contra uno, vio la luz entre las piernas suecas y filtró un pase que Óliver alojó en la portería contraria. Premio para el extremo catalán, que ya suma cuatro asistencias en tres partidos de la fase de clasificación, y para el centrocampista extremeño, inteligente a la hora de acompañar la jugada desde atrás. 

A Suecia le tocó entonces cambiar de plan y adelantar líneas. La posesión se fue nivelando y la portería de Kepa apareció en plano, no como hasta entonces. Wahlqvist lo intentó desde lejos y también Saúl, que se topó con una buena mano debajo de Cajtoft. Pero si algo cambió el partido para desgracia española fue la expulsión del propio Saúl con más de 40 minutos por delante. El centrocampista del Atlético arriesgó teniendo una amarilla y el árbitro no le perdonó, incluso aunque la jugada siguiera y luego hubiera otra entrada de Ceballos con la que muchos árbitros habrían olvidado la anterior. 

Perder al pulmón en el centro del campo desfiguró a España, que en inferioridad también renunció muchas veces al balón. Fransson y Engvall pudieron empatar en pleno desconcierto y Celades metió a José Rodríguez como tapón en el centro del campo, aunque de nada sirvió. El mismo Engvall colocó las tablas tras un pase perfecto de Tinkovic y el miedo recorrió el cuerpo español, pues veía que todo el buen trabajo realizado podía quedar en nada ante un rival directo como Suecia. Pasó entonces por su cabeza que el empate era un mal menor, sobre todo estando casi al inicio de la clasificación, y minimizó los riesgos, aunque también los suecos fueron dando por bueno el empate. Celades buscó frescura introduciendo a Nahuel por Deulofeu y los últimos minutos dejaron a un gran Ceballos y a una España más cerca del área contraria que de la suya, algo muy loable por cómo sufrió tras la roja a Saúl. Qué hubiera pasado de terminar el partido con once. Eso es lo que nunca se sabrá, aunque se intuya.