La Selección vuelve al lugar donde alzó su tercera Eurocopa

España vuelve al lugar donde tocó la gloria por última vez. En julio de 2012 Casillas levantó la copa de campeones en el Olímpico de Kiev y La Roja se convirtió en la única selección de la historia que lograba encadenar la triple corona: Eurocopa-Mundial-Eurocopa de manera consecutiva.

La Selección llegó a aquella final tras superar a duros rivales (Croacia, Francia, Portugal...) y a las dudas de prensa y afición. El debate sobre el falso nueve, el poco gol y la falta de fuerzas enrarecieron el ambiente de un grupo que realizó el mejor partido de la era Del Bosque en el momento preciso: la final de una Eurocopa.

El último obstáculo fue Italia, que había empatado (1-1) con España en la fase de grupos y sorprendió con un futbol renovado y vistoso, muy alejado del estilo rácano y defensivo de otras generaciones. Sin embargo, la Selección consiguió lo que nunca nadie había logrado e hizo que pareciera fácil. Sin apuros ni sufrimiento, los de Del Bosque ofrecieron una exhibición fabulosa.

A los 14 minutos Silva abrió la lata al aprovechar un preciso pase de Fàbregas y antes del descanso Jordi Alba hizo el segundo.

En la segunda mitad, Torres anotó el tercero y se reservó un lugar especial en la historia (primer futbolista que marcaba en dos finales de Eurocopa consecutivas). En los minutos finales, con Italia entregada y España desplegando un fútbol de fantasía, Mata redondeó el marcador con un gol nada más saltar al campo.

El mundo entero se rindió a La Roja después de aquella actuación mágica y hasta el New York Times se planteó un dilema: “¿Entre todas las competiciones deportivas, es esta selección el mejor equipo de siempre?”.

Tres años más tarde, sólo nueve campeones en 2012 están presentes en esta convocatoria de la Selección. Ante Ucrania, Mata será el único representante de aquel grupo en el once inicial de España. Una nueva generación asoma en el estadio que encumbró a la anterior. Difícil encontrar un escenario más oportuno.