NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ALBACETE 1 - ZARAGOZA 3

Festival del Zaragoza

El conjunto aragonés venció gracias a los goles de Diamanka, Alfredo y Diego Rico y suma su segunda victoria seguida. Rubén Cruz acortó al final.

El mejor Zaragoza de la temporada, un equipo sólido, organizado, trabajador y eficaz, pese a sus siete bajas, se dio un festín en Albacete y firmó una victoria resonante y fundamental para sus aspiraciones de ascenso directo. En 24 minutos arrolladores, el equipo aragonés destrozó a su rival con tres goles y se aúpa hasta la séptima plaza, a cuatro puntos del liderato. El partido encumbró, sobre todos, a Alfredo Ortuño, asistente y goleador en una tarde pletórica, y acabó de reafirmar las virtudes de un sistema táctico, el 1-4-1-4-1, que le sienta al Real Zaragoza como un guante. Popovic tiene el camino trazado: el Zaragoza ya juega como un bloque y ahora sólo resta insistir en una idea que hace mejores a todos y que ha bajado al entrenador del alambre en el que se encontraba desde hace un mes.

El Zaragoza acudió en cuadro al Carlos Belmonte, pero no tardó en hacer de la necesidad virtud. Se agotaba el minuto ocho cuando Ortuño, una furia desatada en la primera mitad, se fue de tres contrarios por la banda izquierda y sirvió en bandeja a Diamanka para que fusilara en la boca de gol. Un tanto excelente que le puso el partido cuesta abajo al equipo de Popovic y que llenó de dudas al Albacete.

El Zaragoza, con Diamanka y Wilk omnipresentes en la presión y el robo de balón, ofreció una primera media hora sobresaliente, repleta de eficacia. Al cuarto saque de esquina, Ortuño obtuvo premio a su actuación arrolladora y cabeceó libre de marca un lanzamiento de Isaac. Un gol definitivo que terminó de hundir al Albacete, hasta la fecha invicto en su estadio. El festival zaragocista en el Carlos Belmonte se completó a los 25 minutos con otra diana de bandera. Esta vez de un imponente zurdazo de Rico desde fuera del área. El balón golpeó en el poste izquierdo de Dani Mallo y se alojó después en las mallas. Como Diamanka y Ortuño, también Rico le dedicó el gol a Jaime, convaleciente de una gravísima lesión en su rodilla derecha y al que se le han diagnosticado un mínimo de siete meses de baja.

Tan mal vio la cosa Luis César para su equipo que a los 34 minutos dio entrada a Samu y Rubén Cruz por Pulido y Jona para intentar revivir a un muerto. Pero nada cambió hasta el descanso. El Zaragoza continuó inabordable, soltando cada dos o tres minutos una contra asesina.

El Albacete salió a por todas en la segunda mitad, pero a su ímpetu le faltó fortuna y el que tuvo el gol, y por dos veces, fue otra vez Ortuño, impecable en el juego de espaldas y siempre con el cuchillo en la boca. Su actuación fue en verdad extraordinaria. Un ciclón que sorprendió a todos.

La expulsión de Jason, a media hora del final, acabó de cerrar definitivamente el encuentro y apenas ya pasó nada de aquí al final. Sólo el 1-3 en pleno descuento. El Zaragoza se dedicó a conservar su ventaja, dejar pasar el tiempo y disfrutar de una gran victoria.