Alicia Gómez: “El Rayo es un club que engancha a todos”
Alicia Gómez es la portera titular del Rayo Vallecano y el alma del equipo, al que llegó con 17 años. Con 29, y tras 12 temporadas, es la futbolista que lleva más tiempo en el club.
Alicia Gómez (Madrid, 1986) es la portera titular del Rayo Vallecano y el alma del equipo, al que llegó con 17 años. Con 29, y tras 12 temporadas, es la futbolista que lleva más tiempo en el club. Es también una de las pocas que quedan de la época dorada del Rayo que ganó tres Ligas y una Copa y paseó el nombre del club por Europa en la Champions: “Echas la vista atrás con tristeza porque ahora la situación es otra, pero tenemos que seguir luchando. Nos ayudaría mucho para conseguir grandes cosas que se acercara a nosotras un sponsor pero, de momento, es lo que tenemos”.
La gran capitana. Tras la marcha de Natalia a Inglaterra, hace ya tres temporadas, ‘Ali’ o ‘la capi’, como la llama todo el mundo en Vallecas, asume el papel de ‘gran capitana’, al tiempo que se confiesa rayista de convicción y de corazón: “Como capitana, soy la primera en asumir responsabilidades cuando hace falta, pero procuro que no me pese demasiado. Nunca me planteé cambiar de club. El Rayo engancha mucho, su afición, su gente...”.
Pese a su talante tranquilo, su día a día es frenético. En la actualidad ninguna futbolista del Rayo cobra. Tan solo perciben ayudas de transporte, por lo que, además de jugar al fútbol, la mayoría trabaja. La guardameta rayista estudió un grado superior de Informática y trabaja de 9:30 a 18:30 en una empresa de cartelería digital.
Cuando acaba su jornada laboral se va directamente al entrenamiento, de 20:30 a 22:00 horas: “Claro que me gustaría ser profesional del fútbol, pero no me lo planteo. Estoy contenta con mi trabajo. Para mí el fútbol es un deporte, mi vía de escape para disfrutar y evadirme. Es un esfuerzo que tiene su recompensa, hacer lo que más me gusta, jugar al fútbol y con la suerte de hacerlo en Primera División”.
Llegó al puesto de guardameta por casualidad. Empezó de delantera en un equipo mixto de Fuente el Saz (Madrid), pero un día falló el portero: “Mi hermano dijo que yo lo hacía bien, que acostumbraba a lanzarme balones y que lo paraba todo. Lo debí de hacer bien y, además, no tenía miedo a tirarme y así empecé”.
Ali, que no tiene preferencias entre que la llamen portera o guardameta, reconoce que su puesto siempre ha sido el “patito feo” del fútbol femenino: “Hemos sido el patito feo del fútbol femenino. Pero éste es el puesto que más ha evolucionado. Antes nadie te entrenaba y ahora todos los equipos de Primera tienen preparador de guardametas y eso hace que se haya mejorado mucho”.
Ali es una de las jugadoras más populares del Rayo y también una de las más admiradas. Sus providenciales paradas la han convertido en decisiva, hasta el punto de que a menudo la afición acaba los partidos coreando “¡Ali, Selección!”: “Nunca fui internacional. Llegué a ir a algún entrenamiento con la Selección, pero siempre me dejaban fuera. Es algo que ya no se me pasa por la cabeza, aunque para mí es un halago que la afición me reconozca”.