Raúl García es ‘bestia negra’ para el Madrid los últimos años
El empuje de Raúl García con Osasuna y Atlético ha sacado de quicio al Real Madrid. El jugador navarro tiene la espina clavada de no haberles marcado y va a por ello.
Si hay un jugador que provoca escalofríos en el vestuario merengue ese es Raúl García, el líder de la tropa de Simeone durante la época reciente, en la que el Atlético se subió a las barbas del Madrid. El idilio del navarro con los blancos arranca mucho tiempo atrás, cuando militaba en Osasuna. Sus marcajes a Zidane sacaban de quicio al actual entrenador del Castilla. En su primera etapa en el Atlético también tuvo sus más y sus menos con Guti: choque de trenes, de jugadores con enorme personalidad. Con Xabi Alonso, Cristiano, Ramos... ha sido un azote permanente.
Lo curioso es que el ahora león no ha sido capaz de marcar al Madrid en Liga, así que ya tiene el reto marcado a fuego para hoy. Sus actuaciones en el torneo de la regularidad se resumen en tres victorias, dos empates y 11 derrotas, con 30 goles encajados. Fue clave en el cambio de aquel ciclo que marcaba a los merengues como perennes ganadores de los derbis madrileños.
Tras la derrota en Lisboa con la Décima, los colchoneros abrumaron de su mano al cuadro de Ancelotti en 2014. Su polivalencia y raza le garantizaban la titularidad siempre. Así, Raúl decantó la Supercopa de España. Puso de los nervios a la defensa blanca. En Liga, el primer derbi del año pasado llegó en la tercera jornada. El Atlético venció en el Bernabéu por 1-2 con goles de Tiago y Arda, y Raúl García volvió a jugar los 90 minutos para aportar un detalle de muchos quilates. Juanfran dio un pase desde la derecha y Raúl, que tenía localizado a Arda detrás, dejó pasar el balón entre sus piernas para que el turco diera la victoria a los rojiblancos. En el Calderón ganaron por 4-0.
En Copa hizo un gol y dio una asistencia para avanzar a cuartos. En la ida, en su feudo, provocó el penalti por agarrón de Ramos, y él mismo se encargó de abrir el marcador y encarrilar la eliminatoria. En los derbis del año pasado fue el que más faltas hizo y más tarjetas vio.
Idolatrado. Se fue del Vicente Calderón como el jugador colchonero con más encuentros en el Siglo XXI (329). Es el único que ha disputado partidos en los siete torneos oficiales ganados por el Atleti en estos seis maravillosos años. En Bilbao ha pasado de odiado a amado sin límite. En su estreno como león (en casa ante el Getafe) ya marcó y forma con Aduriz la pareja de helicópteros más poderosa de la Liga.