El difícil equilibrio del Barça ante la campaña catalana
La idea de Bartomeu es la de estar alejado del mensaje político, pero la equidistancia es complicada cuando en campaña electoral participó en actos de los que hoy es prisionero.
Desde hace dos años cuando el cronómetro del marcador del Camp Nou llega al minuto 17,14 (que coincide con el año de la caída de Barcelona ante las tropas borbónicas) el estadio irrumpe en gritos de “Independencia”. Desde mucho antes, en cada partido importante, sea de Champions o ante el Real Madrid, las cámaras no pueden evitar enfocar una pancarta gigante en la que se lee “Catalonia is not Spain”. Hace un año la junta del Barça, se sumó al Pacte Nacional pel Dret a Decidir, justo antes de una asamblea de compromisarios que se preveía movida. Y días antes de las elecciones, todos los candidatos a la presidencia del club, Bartomeu el primero, se fotografiaron y firmaron con Òmnium Cultural y la ANC un documento a favor de las selecciones catalanas. Ante esto, parece fácil deducir que la actual junta del Barça es independentista. Error.
A Bartomeu, como le pasa a muchos políticos, les cuesta mantener el equilibrio entre lo que realmente piensan y lo que les pide la masa social que hagan. Y ahora, en la campaña electoral más tensa en muchos años, el funambulismo es máximo.
Sin mensaje. En su mayoría, la junta actual del Barcelona no es independentista e incluso utilizaron este hecho para distanciarse del mensaje de su antecesor, Joan Laporta, quien no tenía problemas para mostrarse a favor de la secesión catalana.
La idea de Bartomeu es la de mantenerse alejado del mensaje político, pero la equidistancia es complicada cuando en campaña electoral participó en actos de los que hoy es prisionero.