Triunfo con desconexiones
Bartra abrió la lata y luego llegó el gol de Neymar y el doblete de Messi (uno de penalti). Nueva pena máxima fallada de Leo y otra cantada de Ter Stegen.
El Barcelona se reencontró el gol y afianzó su liderato en la Liga al vencer al Levante por 4-1 en un partido que liquidó en los once primeros minutos de la segunda parte después de una magnífica resistencia de los granota en la primera parte del duelo. Pero a la larga y pese a diversas desconexiones puntuales (Ter Stegen y Messi fallando un penalti de nuevo) la calidad del Barça fue insalvable para el rival. La goleada fue un trámite, pero las sensaciones siguen siendo extrañas.
Pudo el Barcelona tomarse el partido según el guión que había previsto Luis Enrique, que tenía marcada en su agenda la visita del Levante como una ocasión pintiparada para realizar rotaciones y dar así descanso a los jugadores que van más cargados de minutos.
El plan requirió un cambio de dibujo respecto a la forma tradicional de jugar del Barcelona, que compareció en el campo con un 4-2-3-1 en el que Rakitic y Busquets jugaban como medio centros, Munir por la derecha, Messi de segunda punta, Neymar en la izquierda y Sandro como referencia. Durante 45 minutos este invento técnico benefició el plan de Lucas Alcaraz y los aledaños del área del Levante se convirtieron en un embudo gigantesco en el que el Barcelona se embotellaba en su camino al área.
Al equipo blaugrana le faltaba frescura y sus intentos de marcar se limitaban a los intentos de Messi, el único que lo intentó con cierto peligro además de Munir, que malogró un claro contragolpe ante Rubén. Ni él ni Sandro tuvieron su mejor noche.
A falta de acierto de los delanteros, fue de nuevo un defensa, Bartra, el que desatascó el engrudo en el que se estaba convirtiendo el partido de la misma forma que Vermaelen solventó la visita del Málaga en la segunda jornada. El gol de Bartra abrió la espita y cinco minutos después, Neymar marcó el segundo con un doble caño y cinco después Messi transformaba un penalti al brasileño poniendo el 3-0.
Y entonces llegó el caos, el Barça se amodorró, Ter Stegen salió a por uvas y Casadesú marcó a placer y Messi falló otro penalti ante Rubén, un error que enmendó en el último minuto de partido realizando su jugada favorita. Es más letal la pulga en carrera remontando la frontal del área que disparando desde los once metros.