Iker Casillas: "¿Topo, traidor, pesetero? No me importa"
"Mi situación en los últimos años ha sido bastante difícil. Podría haber hablado mucho más y con más sinceridad, sí. ¿Pero para qué?", dice en la revista 'Papel'.
El portero español del Oporto, Iker Casillas, ha reconocido que tras su salida del Real Madrid sería "fácil rajar" del comportamiento de algunas personas respecto a su situación en los últimos años como jugador blanco, pero que no lo hará porque sería "de cobardes" al no haberlo hecho en su momento, y ha asegurado que lo que más le dolió de su etapa final fueron los pitos con el equipo jugándose la Liga, "una herencia que quedaba de la época anterior".
"Nunca, nunca hablaré mal del Madrid ni de su presidente. Ese club me ha enseñado unos valores, una forma de actuar y una educación. Ahora sería fácil rajar, contar muchas cosas que he vivido, pero también sería de cobardes porque no hablé en su momento. Si hubo problemas, los traté con los interesados", declaró en una entrevista a la nueva revista semanal del diario El Mundo, Papel.
Además, el madrileño afirmó que no se siente decepcionado con el presidente madridista, Florentino Pérez. "No. No me ha decepcionado nadie: tengo ya una edad para tomar decisiones y mirar hacia otro lado. Así ha sido. Ojalá le vaya bien al presidente. No voy a aprovechar que me he ido de España para hablar del Madrid. Lo que diga va a tener repercusión en España y a nivel mundial. Pero lo que de verdad quiero es mirar hacia delante. Del pasado no voy a vivir más", explicó.
En este sentido, tampoco le reprocha su salida sin homenaje del club este verano. "Es la despedida que tuve. Ni más ni menos. No voy a mirar atrás ni a compararla con la de otros jugadores en otros equipos. Es la mía y la que quedará", indicó Casillas, que aseguró que nunca dejó de sentirse "líder".
"No me arrepiento de nada"
El guardameta de Móstoles ha asegurado que "no" le importan apodos como "topo", "pesetero" o "traidor", aunque ha reconocido lo complicada que ha sido su situación en los últimos años. "Mi situación en los últimos años ha sido bastante difícil. Podría haber hablado mucho más y con más sinceridad, sí. ¿Pero para qué? La gente espera esas grandes declaraciones de Iker criticando esto o aquello, pero no van a llegar. Si no he hablado en estos tres años, para qué voy a hablar ahora", indicó.
"Sufrí por todo lo que se habló desde fuera. Llegado un momento, preferí guardar silencio porque no quería hacer daño a mi club. Ya hablaban otros. No por mí, sino de mí. Pero lo volvería a hacer igual. Preferí estar callado. Mucha gente me ha dicho que tendría que haber dado un golpe encima de la mesa, pero no me arrepiento de nada", prosiguió.
El excapitán de la selección española confesó también el momento que más le dolió durante su etapa como jugador blanco, en la época en la que el luso José Mourinho dirigía al equipo. "Me remonto a 2013. El Barça nos sacaba puntos en Liga, pero seguíamos bien en 'Champions' y Copa,. Ahí me lesioné. Empecé a notar una corriente de noticias. Me di cuenta de que era cuando más hablaban de mí. Fue raro, sospechoso", relató.
"Lo que me duele es que en partidos importantes, como contra el Valencia cuando nos jugábamos la Liga, hubiera pitos. Lo importante era animar al equipo. No que Casillas fuera el centro de atención. Pero era una herencia que quedaba de la época anterior y había que entenderla. Al quedarme en Madrid, sabía que podía pasar en cualquier momento", indicó sobre el final de la temporada pasada.
Por otra parte, ha afirmado que los españoles "no" le parecen ingratos, pero "otra cosa es la prensa". "Lo estamos viendo con muchos deportistas españoles, como Fernando Alonso, Rafa Nadal, Pau Gasol. Gente. Han sido importantes en sus deportes. Y parece que nos gusta ver que no están tan bien", subrayó.
"¿Cristiano? Cuando hemos tenido algún problema lo hemos resuelto y olvidado"
Casillas habló también de su relación con la gran estrella blanca, el portugués Cristiano Ronaldo. "Cristiano es una persona muy de cara. Tiene su temperamento y su carácter y tampoco le ha ido mal. Yo le he conocido seis años y el trato ha sido maravilloso. Va de cara y por eso nuestra relación ha sido siempre magnífica: cuando hemos tenido algún problema lo hemos resuelto y olvidado", manifestó.
Por último, habló de su carrera en relación a su hijo. "Si dejo el fútbol en unos cinco años, sé que mi hijo no disfrutará de mí viéndome jugar. No me recordará en la selección ni en el Madrid. Como mucho, en el Oporto. Pero cuando vaya al colegio no le hablarán de mí. Sabes cómo son los niños de crueles. Nadie le dirá a sus compañeros: "Joder, la que lio el padre de Martín el otro día". Cuando volvamos a España va a estar más tranquilo. Yo seguiré siendo conocido, pero con una dimensión diferente", concluyó.