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LA LEYENDA HABLA DE SUS DOS EQUIPOS

Gárate: “Soy del Atlético de Madrid y por supuesto del Eibar”

Los dos son el equipo de Gárate. En uno empezó y en el otro triunfó. Hoy se miden en Ipurua. La cabeza le dicta poner un X-2 en la quiniela. Pero el corazón le tira una X fija.

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Embajador eibarrés. Los presidentes de Atlético (Cerezo) y Eibar (Aranzabal) con Gárate, el día que fue nombrado embajador eibarrés.
Rafa Aparicio

Un Eibar-Atlético. Si hay una persona en el mundo para quien este partido es especial, ése es Gárate. Se miden los dos equipos de su vida. Literal. En Eibar comenzó todo. Allí se enamoró del fútbol y allí comenzó a jugar. En el Atleti se hizo leyenda. Por eso esta tarde no puede ir con ninguno. Por eso hoy va con los dos. “Es como si un hijo se mide a su padre. No puedes elegir”, confiesa. Él no podrá vivirlo en directo. Comerá con las directivas, pero a la hora del partido, estará en un funeral: “Lo grabaré para verlo después”.

Son muchos los recuerdos que a Gárate se le vienen a la cabeza en un Eibar-Atlético. “Me acuerdo de ser niño e ir a Ipurua que, en aquellos tiempos, era un barrizal. Cuando terminaba un partido, los jugadores salían completamente negros”. Él, entonces, admiraba a Araquistain, el portero, y al Negro Valdés, al que la grada cantaba: “Ahí viene el negro zumbón dándole al balón”. Nunca pensó que algún día se convertiría en uno de ellos, que también jugaría en Ipurua y saldría de barro de pies a cabeza.

Lo hizo en 1961. Tenía 17 años. Y estudiaba y jugaba a la vez. “Mi padre no quería que dejara los estudios y, entonces, si eras menor, necesitabas autorización paterna para jugar”. Después se iría a Bilbao, a la universidad, a hacer Ingeniería y seguiría jugando en el Indauchu de Segunda. “Físicamente no daba todo lo que podía. Entrenaba como podía”, cuando los estudios le dejaban. El salto a Madrid llegó en 1966. Uno de sus técnicos en el Indauchu, Daucik, le buscaría una prueba con el Atlético... “Y allí pasaría once años. En el Atleti empezó y terminó mi carrera. Por eso soy rojiblanco y, por supuesto, del Eibar”. Por eso le es imposible hoy elegir entre uno y otro.

Su quiniela. “El Eibar es un equipo sólido que ha empezado bastante bien y en la lucha y el trabajo se parece al Atlético”. Eso sí, Gárate ve a los rojiblancos con más calidad, pero avisa: “Deberán tener cuidado. En un despiste, el Eibar puede hacerles daño”. También habla de los jugadores de uno y otro: ve muy bien a Adrián, “el hijo de Míchel”, a Keko, y Borja, “que el año pasado en Zaragoza ya demostró que tiene mucho gol”. Y, en el Atleti, a Griezmann (“me encanta”) y a Torres (“se convirtió en un chicazo enorme”).

“Pero si me dices de hacer una quiniela ésta tendría dos resultados”, confiesa. Uno se lo diría la cabeza. “Y sería un X y un 2”. Pero el otro lo dictaría el corazón y sería, siempre, una X fija. “Ay, ojalá pudieran ganar los dos...”, repite. Palabra de El ingeniero del área.