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FÚTBOL FEMENINO

Lucía García marcó su primer gol con la Selección Sub-19

Lucía García fue la segunda máxima goleadora del Europeo Sub-17 donde España fue campeona. La del Oviedo Moderno debutó el martes con la Sub-19 y marcó su primer gol.

Lucía García es felicitada por sus compañeras tras marcar un gol en el último Europeo Sub-17 donde España se proclamó campeona.

A priori, Lucía García lo tenía fácil para jugar al fútbol. Pero la única chica de cuatrillizos de la familia García Córdoba no tuvo como compañeros de juego a sus tres hermanos varones. Aclara que son cuatrillizos, pero físicamente no son iguales. Tampoco lo son en los gustos futboleros. Confiesa que a ellos nunca les gustó el fútbol y que la única de los cuatro con una pasión casi innata por este deporte fue ella. “Me gusta el fútbol desde que nací. Empecé a jugar con tres años y hasta los 8 lo hacía en la calle o en mi casa, pero nunca con mis hermanos; ellos preferían otros deportes como el taekwondo…”, desvela Lucía.

Vecina de Pola del Pino, un pueblecito de Asturias de 162 habitantes -aunque nació en el hospital de Cruces, en Barakaldo (Vizcaya)-, es una de las delanteras con más futuro de España. Este verano se proclamó campeona de Europa con la Sub-17, convirtiéndose, además, con 5 goles en su haber, en la segunda máxima goleadora del Europeo. Este martes fue su estreno en un partido internacional con la Sub-19 de Pedro López. En su debut marcó el gol del empate en la victoria final de España, 1-3 ante Eslovaquia.

“Es muy importante haber dado el salto a la Sub-19. Me siento muy afortunada de estar aquí. Fue un partido duro, pero estoy feliz de haber marcado, es una satisfacción”, confiesa Lucía. Es una goleadora nata y lo demostró en el reciente Europeo Sub-17. Pese a todo, no se siente protagonista. Asume que marcar es lo que le corresponde a una jugadora en su puesto y se define como una delantera pura, aunque en la Selección juega por la banda derecha: “Meto goles porque tengo buenas compañeras. Mi juego es simple: olfato de gol, fuerza, velocidad y golpeo”.

A sus 17 años recién cumplidos esta estudiante de 2º de Bachillerato tiene un esperanzador futuro en el fútbol. Debutó en Primera División, con el Oviedo Moderno, cuando contaba con solo 15 años. Ésta es su tercera temporada en el equipo asturiano, aunque estar en la élite del fútbol le requiere infinidad de sacrificios que, reconoce, merecen la pena. Su día a día es maratoniano. Salvo el lunes, que el equipo descansa, tiene que hacer frente a jornadas larguísimas para compaginar los estudios y los entrenamientos. Lucía se pone en marcha a las 7:00 horas y llega a su casa al filo de la medianoche: "Por la mañana voy a clase. Cuando salgo, como. Continúo con dos horas de clases particulares. Sobre las 17:30 cojo el autobús. Tras hora y media de viaje llego a Oviedo y de 19:30 a 21:30 entreno con mi equipo. Sobre las 22:15 cojo de nuevo el autobús y llego a mi casa a las 23:40 horas. La verdad es que es un no parar en todo el día. Estoy un poco cansada, pero el fútbol es lo que más me gusta y merece la pena hacer este esfuerzo. Es lo que toca”.