REAL VALLADOLID
El 50% de los tiros del Valladolid a portería acaban en gol
El problema es que sólo ha realizado seis en cuatro partidos y es el equipo que menos dispara de la categoría, hasta ahora.
Pocas veces el tópico de que “lo mejor fue el resultado” fue tan real como el pasado sábado. La victoria blanquivioleta (1-0) ante el filial del Athletic de Bilbao fue balsámica, después de las dos derrotas de la semana pasada, pero dejó muchas dudas en el aire. Es verdad que la temporada, larguísima, no ha hecho más que empezar, pero no lo es menos que no se atisba fácilmente ni el trayecto, ni el destino del proyecto de Garitano. El concepto más manido después del partido del sábado fue que el equipo está en construcción. Fue utilizado por el entrenador, por el director deportivo y hasta por algunos jugadores. Sin embargo, después de dos meses de trabajo ya se debería poder intuir algo de lo que pretende el técnico. No vale demasiado tampoco la excusa de que hasta cuatro jugadores llegaron en la última semana de mercado porque de todos ellos sólo jugó, y no de titular, Pedro Tiba. De los 11 futbolistas que empezaron el partido del sábado, nueve estuvieron en la estadía de Mondariz. Sólo Mojica y Moyano se incorporaron después.
Como siempre las valoraciones sobre el equipo pueden ser subjetivas u objetivas. Si atendemos a las primeras, la impresión el sábado fue la de un equipo sin una idea clara de juego, pretendiendo jugar en largo con un nueve falso, con poco juego por las bandas, sin creatividad, que generó dos ocasiones y con problemas importantes para defender, pese a no encajar.
Estadísticas. Si nos ceñimos a los datos objetivos, el panorama no es más alentador. Según las estadísticas que se publican en la web del club, el Real Valladolid en cuatro partidos ha disparado seis veces entre los tres palos consiguiendo tres goles (dos de Villar y uno de Óscar). De este dato se extraen dos conclusiones: el extraordinario nivel de acierto, el 50% de estos disparos acabaron en gol, y el hecho incuestionable de que seis disparos en cuatro partidos son pocos (el Norte de Castilla destacaba el lunes que el Valladolid era el que menos disparaba a portería). En total, entre los disparos a portería y fuera, el número se eleva a 26, pero esta cifra está por debajo de la media de los equipos de Segunda. Dice Garitano que quiere que su equipo tenga el balón y domine. Según las estadísticas, el equipo tuvo un 53% de posesión respecto al global de los cuatro rivales. Defensivamente, ha recibido cuatro goles (golaverage de -1) y le dispararon 17 veces entre los tres palos, más de cuatro por partido. A nivel disciplinario y con el nivel de presión que quiere ejercer Garitano, el Valladolid ha hecho tantas faltas como ha recibido: 48, mientras que los jugadores vieron 16 amarillas y una roja. Con estos datos, es fácil pensar que lo mejor del sábado fueron los tres puntos y la autocrítica para entender que el equipo debe mejorar. No es poca cosa.