GRANADA
Rubén Pérez, baja casi segura en la visita al Real Madrid
Ante los dolores, y tras un gesto extraño producido al trabar a un futbolista del Villarreal, el jugador optó por tomar el camino del vestuario.
Los Cármenes sigue siendo una trampa para el Granada. Si la temporada pasada llegó a ser poco menos que una pesadilla jugar como local, esta campaña ha comenzado con los mismos dolores de cabeza, al menos en cuanto a resultados. Dos derrotas encajadas en otros tantos partidos, y las dos con el mismo marcador (1-3), han permitido que los fantasmas del pasado sobrevuelen de nuevo Los Cármenes, como si fuera un viejo maleficio del que ni Sandoval ha podido deshacerse. El curso anterior, el Granada sólo fue capaz de ganar en casa cuatro partidos (frente a Deportivo, Elche, Málaga y Córdoba) y le costó un mundo sumar puntos y anotar goles.
De hecho, fueron necesarios más de cinco meses para volver a lograr los tres puntos después de haberse impuesto en el partido inaugural ante el Deportivo, el 23 de agosto, teniendo que esperar hasta el 31 de enero para volver a conseguirlo. Un calvario que sólo se enderezó con la llegada de Sandoval, que acabó el campeonato imponiéndose al Córdoba y empatando contra el Atlético en el duelo final.
Pero las dos primeras jornadas de Liga han llevado a Sandoval a probar el bocado de la derrota, que ha sido todavía más amargo por la forma en que su equipo entregó la cuchara ante el Villarreal. Dos errores totalmente evitables que el técnico asumió como propios, y que fueron una consecuencia de aplicar a rajatabla una de las máximas de su ideario futbolístico: salir con la pelota jugada, por el suelo, siempre que sea posible. El Granada ha trabajado muy duro durante la pretemporada para asumir como propio este trato al balón, la intención de jugarlo siempre y elaborar las jugadas desde campo propio a pesar de los riesgos que conlleva. Las dos situaciones que acabaron siendo trampas para el Granada se entrenan cientos de veces a la semana, con los laterales muy abiertos, los centrales en los picos del área grande haciendo sitio para que el medio centro venga a recibir para girarse y combinar. Pero con los sabuesos del equipo contrario bien posicionados y atentos, cualquier imprecisión es una bomba de relojería. Y en este caso, el estallido fue demoledor.
Rubén Pérez, baja casi segura para el partido visita al Real Madrid
Más allá del resultado del domingo, la peor noticia que dejó el partido fue la lesión de Rubén Pérez, que se marchó mediado el primer tiempo tras un notable trabajo debido a unas molestias en la rodilla izquierda. Ante los dolores, y tras un gesto extraño producido al trabar a un futbolista del Villarreal para evitar un contragolpe, el centrocampista sevillano optó por tomar el camino del vestuario. Con la primera exploración sobre el terreno de juego, los facultativos del club se decantan por un esguince leve de rodilla aunque en la mañana de este martes será sometido a las pruebas oportunas que determinen el alcance real de la lesión así como el tiempo necesario para su recuperación. Rubén Pérez volvió a ser titular por tercera vez esta temporada en la que se ha convertido en uno de los hombres franquicia del equipo que cuenta con la la total confianza de Sandoval. Salvo sorpresa mayúscula, se perderá el partido del sábado en el estadio Santiago Bernabéu.