El Zaragoza rescata un punto en Butarque ante el Leganés
Borja Lázaro adelanto a los madrileños al filo del descanso. Jorge empató a falta de 20 minutos para el final. Debutó Manu Herrera con el Zaragoza.
El duelo de candidatos de Butarque acabó en tablas. Un reparto de puntos que dejó insatisfecho a los dos equipos por aquello de sus aspiraciones iniciales, pero que le hizo menos justicia al Leganés que al Real Zaragoza. El equipo de Popovic, decepcionante, no estuvo casi nunca a la altura, pero se trae un empate que disfraza en parte su mala tarde. Sigue sin perder y tiene la cabeza del campeonato a sólo dos puntos de distancia y ahora le aguardan dos partidos consecutivos enLa Romareda.
La primera parte fue un forcejeo constante y espeso, con los dos equipos muy encorsetados y jugando en 30 metros. Y sin apenas ocasiones. La mejor la tuvo el Zaragoza, a los 38 minutos, cuando Ángel se encontró solo ante Serantes, tras una cesión defectuosa del argentino Mantovani a su portero, y resolvió con un remate muy blandito y por el centro. Una oportunidad de oro de las que Ángel no suele perdonar. Una ocasión de las que luego se pagan.
El Leganés fue mejor en este primer periodo, o al menos buscó más la portería de Manu Herrera. Dio un par de avisos serios antes de la media hora, por mediación de Eizmendi y de Borja Lázaro, y acabó sacando partido en el último minuto de la primera mitad. Un minuto final que se jugó íntegro en el área del Zaragoza. Primero fue el argentino Álex Szymanowski el que tuvo el gol en su botas, tras recortar de zurda y rematar con su pierna menos hábil. Y en el córner subsiguiente, el Zaragoza no supo defender una prolongación en el primer palo de Insua y Borja Lázaro cabeceó bombeado anticipándose a Cabrera; el balón dio en el palo izquierdo de un sorprendido Manu Herrera y se coló dentro. 1-0. Y gol psicológico por antonomasia, en la última jugada de la primera parte. Un castigo con el que no contaba el Zaragoza, pese a haber arriesgado muy poco.
Popovic dejó a Aria en la caseta en el descanso y apostó por Ortuño para intentar darle la vuelta al partido. Lo cierto es que el japonés fue un espectro en Butarque. Ni se le vio. Y puede haber perdido su sitio definitivamente en el once titular. Ahora mismo no está para jugar en el Zaragoza.
Todo pudo igualarse al poco de empezar la segunda parte, cuando Rubén remató de derechazo una falta sacada por Pedro, pero el árbitro anuló el gol a instancias del juez de línea. Si fue fuera de juego, lo fue por milímetros. Una jugada para la polémica juzgada por un verdadero ojo de lince.
El Zaragoza se agitó en busca del empate, pero le faltó creatividad. Ni Wilk, ni Dorca, ni Pedro le dieron fluidez y creatividad al juego y fue el Leganés el que disfrutó de las mejores ocasiones, especialmente en dos disparos de Sastre, tras salida defectuosa de Manu Herrera, y del aragonés Miramón, forjado en la cantera del Stadium Casablanca.
Ya a la desesperada, Popovic prescindió de Jaime, ayer también desaparecido, y dio entrada a Jorge Díaz, que resultó providencial para empatar el partido. Cazó un rechace del portero a cabezazo a bocajarro de Ángel y lo mandó a la jaula sin contemplaciones. A 20 minutos del final, partido nuevo, de toma y daca definitivo, con un disparo de Sastre al poste (80’) y una contra espléndida de Jorge Díaz (82’). Lo dicho, para el Zaragoza, un punto y nada más.