Serantes y Queco Piña: alta competencia en la portería
La exhibición de Queco ante el Alcorcón mete presión a Serantes, hipotético titular pepinero. El club sigue buscando un tercer portero con el que completar la plantilla.
La portería del Leganés se ha convertido en un puesto de alto riesgo. No por ser una profesión de peligro, sino por la elevada competitividad que respiran sus dos inquilinos, Jon Ander Serantes (25 años) y Queco Piña (35 años). El primero ostenta una supuesta titularidad que el segundo discute en cada entrenamiento o partido que juega. Lo demostró el pasado martes cuando dio a los suyos el trofeo Puchero de Alcorcón al detener tres penaltis de la tanda definitiva. A este cóctel hay que añadir la amenaza constante por la presencia de un futurible tercer guardameta. Asier Garitano gusta de entrenar con tres arqueros y aunque el mercado se ha cerrado, el club sigue buscando un candidato sin equipo con el que completar la plantilla.
El panorama, con todo, no sorprende a nuestros protagonistas. Durante todo el verano han trabajado pensando que, tarde o temprano, les completaría un compañero de batallas más. “Lo he hablado mucho con Queco. Cada vez que salía un nombre nuevo nos preguntábamos, ‘Oye, ¿qué te parece?’ Y él me decía ‘Jon, tú tranquilo’. Yo quizá estaba un poco más nervioso, con la mosca detrás de la oreja por saber quién vendrá. Pero él no, él estaba muy tranquilo. Será por los años de experiencia”, explica Serantes.
“Un poco la curiosidad sí que te pica cuando te llaman por que suena este o aquel nombre. Estos días que salió lo de Dani Mallo me llamaron de Coruña. Es eso, curiosidad por si es alguien que puedas conocer, que siempre es mucho mejor, pero no le damos mucha importancia”, desliza Piña.
El nombre de su ex compañero en el Deportivo de la Coruña ha sido el último que ha saltado a la palestra. En el club admiten que ha habido contactos con su agente, pero más para conocer su situación, que para contratarlo. Jon y Queco pueden respirar tranquilos... pero por poco tiempo. En Butarque no hay treguas que valgan. Cada entreno es una guerra por la titularidad. Combate no entre compañeros, sino entre amigos.
“Cuando llegué me sorprendió. La relación cuando juega un portero y no juega otro suele ser rara, pero él no para de darme consejos. Nunca pone mala cara y si ve que hago algo mal, me intenta corregir. Es un gran compañero”, describe Serantes a su compañero del que, añade, le gustaría tener su juego aéreo y altura. “Pues a mí me gustaría tener su explosividad y reflejos”, replica Queco.
Y entre ambos, otra pieza clave: Carlos Sánchez, preparador de porteros y ex del Real Madrid con el que forman “un equipo dentro del equipo”, comenta Serantes. “Con Carlos formamos un gran grupo y es algo clave. Nos entiende y trabaja mucho con nosotros. En los momentos malos es vital que haya alguien como Carlos ahí. Es importantísimo”, desvela Queco. “Somos casi una familia. Somos los raritos, los aislados. Carlos es de los nuestros. La relación es muy buena. Tiene experiencia y es un crack”, concluye Jon.