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RAYO

Zhang: "Paco va de frente y aprendo mucho con él"

Atrás quedó la tormenta veraniega por su llegada. Trabaja para convencer a Paco y debutar con el Rayo, aunque ya es el primer futbolista chino en Primera. El internacional puede actuar como lateral o interior.

Madrid
ZHANG CHENGDONG
CHEMA DIAZ

—¿Cómo han sido estas primeras semanas en el Rayo?
—A la vuelta de la gira por China tuvimos tres días de descanso y los dediqué a pasear por Madrid. Los entrenamientos aquí son muy intensos. No obstante, la adaptación está siendo muy buena porque el grupo es como una familia, todos son simpáticos conmigo y me ayudan. Me han recibido fenomenal.
—¿Y cómo ve esta filosofía de juego tan ofensiva?
—Zé Castro y Bebé, que hablan portugués, me explican. También Chechu (Dorado) me ayuda. Al míster le gusta mucho tocar el balón, jugar por las bandas, ir al ataque, la intensidad y presionar al rival.
—¿Conocía al Rayo antes de fichar por él? ¿Qué imagen les llegaba del equipo?
—Había visto algún partido del Rayo en China. Real Madrid, Barcelona y Atlético son los equipos más famosos allí, pero a mucha gente le gusta la Liga, es la mejor del mundo.
—Hábleme de Paco...
—Me recibió bien, en el campo me ha apoyado desde que llegué. Estoy aprendiendo mucho con él, habla conmigo por las posiciones: dónde juego, si de lateral, interior o medio. También me ha enseñado cómo marcar en el uno contra uno, a manejarme en la línea defensiva. Paco es serio. Le gusta la gente trabajadora y es muy directo, va de frente. Me gusta.
—¿Y cómo fue su experiencia con Manzano?
—Su forma de trabajar en los entrenamientos en China es distinta a la que ha mostrado en España. Es un hombre muy tranquilo, no se sabe si está contento o enfadado. No se le nota (risas).
—También le dirigió otro español, Camacho.
—Mientras él fue seleccionador de China siempre fui convocado. De hecho, estuve en Sevilla hace tres años, cuando nos enfrentamos a España. Al final me quedé en el banquillo.
—Es un pionero.
—Es toda una aventura. Es difícil ser el primer jugador chino en la Liga, pero tengo confianza por mi experiencia en Portugal y Alemania. Además, cuando he estado en mi país, he entrenado a las órdenes de Gregorio Manzano y eso me ha llevado a entender un poco la mentalidad del español. Ahora, aquí, disfruto de los entrenamientos y de la vida.
—¿Difiere mucho esta experiencia con la de Portugal o Alemania?
—El vestuario, el cuerpo técnico, los jugadores... se asemeja a lo que viví en Portugal, aunque los entrenamientos en el Rayo son mejores, más fuertes e intensos. Alemania es otro mundo en cuanto al fútbol.
—Ha despertado mucha expectación. Un centenar de compatriotas suyos vieron el estreno liguero en Vallecas, invitados por el patrocinador chino Qbao.
—Estaba contento de sentir el apoyo y cariño de tantos chinos. Uno no se siente solo, pese a estar lejos. También estoy muy feliz por el trato de la afición del Rayo, les quiero demostrar mis cualidades.
—También le visitan compatriotas en los entrenamientos.
—Después del partido contra el Valencia se me acercó un aficionado che para saludarme porque era seguidor también del Beijing Guoan. El domingo cuando fuimos a entrenar vino y se hizo una foto conmigo. Además me trajo una lata con ingredientes para hacer una paella, para que me resultara más fácil de cocinar.
—En pretemporada, la hinchada franjirroja le ovacionó...
—Me siento querido por la gente de Vallecas, cuando tocaba el balón o daba un pase les escuchaba y me sentía respaldado.
—¿Qué tal con el idioma?
—Más o menos. Quiero dar clases de español, pero aún no tengo casa. Estoy en un hotel. Cuando ya me asiente deseo aprender el idioma y así entender mejor a mis compañeros y mi entrenador.
—¿Qué le ha sorprendido de España?
—Se asemeja bastante a Portugal, aunque Madrid es más grande que Lisboa. En China se ve a España como un país muy rico culturalmente y con una gran historia detrás. En Madrid están tres grandes museos: Prado, Thyssen y Reina Sofía. Ahora no tengo tiempo pero, en cuanto pueda, quiero caminar por el Paseo del Prado y conocerlos.
—Antes de venir, Manzano le dio algunos consejos...
—Siempre, siempre. Me dibujó en un mapa dónde ir a comer, los restaurantes más famosos de Madrid.
—¿Cómo le gusta que le llamen?
—Dudú es más fácil. Antes, cuando estaba en Portugal, todo el mundo me llamaba Zhang. Pero al volver a China, Manzano me decía Dudú porque en mi país hay muchos Zhang, es un apellido muy común. En el primer partido de Manzano sólo me llamaba a mí. No se sabía el nombre de ningún otro (risas).