La nueva Selección Sub-21 entra en escena hoy en Estonia

Aún permanece fresca en la memoria la profunda decepción que supuso quedarse fuera de la última Eurocopa Sub-21 y, por consiguiente, de los JJ OO de Río. Aquella tarde aciaga en Cádiz frente a Serbia, con el Carranza lleno hasta la bandera, fue el frenazo en seco para un equipo fantástico, que debe servir de ejemplo para el que viene en lo bueno pero también en lo malo. La generación que hoy arranca en Estonia la fase de clasificación para la Eurocopa de 2017 ya sabe después de semejante revés que en esta categoría en la que los niños se hacen futbolistas no basta sólo con jugar bien, sino que también es necesario competir bien.

Varios de los que entonces estuvieron en Cádiz (Kepa, Gayà, Saúl, Óliver, Deulofeu, Munir...) permanecen en el equipo porque la edad se lo permite —sólo son Sub-21 los nacidos a partir del 1 de enero de 1994— y ellos deben tirar de un grupo igual de prometedor que los últimos, con el añadido que da la incursión en él de tres recientes campeones de Europa Sub-19 de verdadera enjundia: Vallejo, Ceballos y Asensio.

La primera prueba oficial lleva a La Rojita hasta Estonia, en principio un lugar propicio para empezar con buen pie el camino pese a haber llegado con el tiempo justo para entrenar y jugar. Los dos amistosos disputados en marzo ante Bielorrusia y Noruega son un buen ejemplo de lo que este grupo es capaz. Con Óliver a la batuta y un sinfín de talento a su alrededor, no queda otra que esperar lo mejor. Que así sea.