CELTA - RAYO
Nolito tritura al Rayo y eleva al Celta al liderato en la Liga
Un penalti de Toño sobre Wass en el minuto diez de la primera parte sentenció el choque. Nolito anotó desde los 11 metros, luego hizo otro y Fontás apuntilló.
Balaídos es terreno maldito para el Rayo Vallecano. Si el curso pasado se fueron con seis goles, esta vez no tuvieron ninguna opción de puntuar. La pizarra de Jémez se fue al traste a los diez minutos, cuando Toño derribó a Wass dentro del área. Penalti y expulsión. Nolito no perdonó desde los once metros y a partir de ahí el Celta fue una avalancha continua. Iago Aspas encontró una autopista entre los centrales y tuvo varias ocasiones para sentenciar el partido antes del descanso. Sin embargo, el moañés no tuvo puntería en el día de su regreso a casa. Erró dos mano a mano ante Juan Carlos, que mantuvo vivo a su equipo durante bastante tiempo.
En la reanudación, Nolito encarriló el encuentro para los vigueses con un tanto marca de la casa. Se internó en el área y buscó el disparo raso entre una marea de piernas. El esférico tocó en una de ellas (en la imagen no se aprecia bien si desvía Hernández o un defensa rayista) y se alojó en la red. Juan Carlos nada pudo hacer. El Rayo estaba entregado, desfondado y rezando para que el vendaval celeste amainara. Tuvo su oportunidad Trashorras de dar emoción al partido con un disparo que se envenenó tras tocar en Fontàs.
El dúo dinámico formado por Nolito y Orellana tenía ganas de fiesta. Comenzaron sus particulares juegos de malabares para volver loca a la zaga madrileña y rozaron el gol imposible en varias ocasiones.
Apostar al empate del Rayo era un delirio, pero el marcador siempre daba esperanza a los de Paco Jémez. Hasta que la pizarra de Berizzo puso el punto y final. Fontàs anotó en una jugada de estrategia a pase de Nolito. El Celta ha dormido como líder y hoy estará pendiente de lo que hagan Eibar y Atlético. Lo que está claro es que el nuevo proyecto ilusiona a la parroquia.